Tan solo mes y medio después de sustituir a Boris Johnson, Liz Truss, renunció a su cargo como primera ministra del Reino Unido.
Reino Unido está viviendo una crisis sin precedentes en la historia política británica y muchos funcionarios ya habían manifestado su descontento con la ministra. La indignación, molestia y caos en el país eran tal que algunos medios estaban cuestionando si Truss duraría más que una “lechuga”, mientras que Simon Hoare, legislador del partido conservador liderado por Truss, había advertido que la primera ministra tenía «12 horas» para salvar su trabajo.
Crispin Blunt, otro miembro del partido conservador, juzgó la posición de la primera ministra como «totalmente insostenible», en un momento en el que un número creciente de parlamentarios afirmaban que a Liz Truss se le había acabado el tiempo.
Tan solo unas horas después de las declaraciones hechas por los legisladores, Truss anunció su salida y pasó a la historia como la que menos tiempo ha durado en el cargo. Durante su renuncia, Truss reconoció que no pudo «cumplir el mandato por el que fui elegida» por los miembros del Partido Conservador, quienes ya la criticaban fuertemente.
Luego de su renuncia, Trussse mantendrá en el cargo hasta que se anuncie su reemplazo, tras un concurso de liderazgo que se espera que tenga lugar la próxima semana.
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