Según cifras trasladadas por autoridades locales a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), unos 7 mil 500 residentes continúan en las localidades de Soledar y Bakhmut, en el este de Ucrania y ambas son objetivo de bombardeos.
«Con viviendas e infraestructuras destruidas o muy dañadas, la gente está buscando cobijo en refugios y sótanos. Dada la dura lucha, la posibilidad de entregar asistencia o evacuar a los residentes que allí quedan es muy limitada», explicó el portavoz de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric.
La compañía militar privada rusa Wagner anunció que se había hecho con el control de «todo el territorio de Soledar», aunque unas horas después el ministerio de Defensa de Rusia señaló que varios centenares de soldados ucranianos aún ofrecen resistencia en el centro de esa localidad, prácticamente reducida a ruinas tras meses de bombardeos.
Kiev negó que la ciudad, considerada uno de los baluartes de las líneas defensivas ucranianas en ese sector del frente del Donbás, haya caído bajo control de Rusia. La caída de Soledar sería el primer triunfo de las fuerzas rusas en Ucrania desde la conquista de Lisichansk, región de Lugansk, a comienzos del pasado julio.
El experto militar y consejero de la jefatura de la anexionada por Rusia, Ian Gaguin, señaló que unos 500 militares ucranianos permanecen aún allí y agregó que difícilmente los efectivos ucranianos que permanecen en Soledar podrán resistir mucho más tiempo y recalcó que solo tienen dos opciones: morir o rendirse.
El jefe interino de la RPD, Denís Pushilin, destacó que la «liberación» de Soledar pondrá en mejor posición a la tropas rusas para controlar las ciudades de Artiomosk (Bájmut) y Sivirsk y allanaría el camino hacia Sloviansk y Kramatorsk, las dos mayores ciudades del Donbás leales a Kiev.
Fuente: DW
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