El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó que miles de niños del Cuerno de África y el Sahel, la zona que limita con el desierto del Sahara, están en riesgo de morir si no reciben apoyo urgente para combatir el hambre y las enfermedades transmitidas por el agua contaminada.
Catherine Russell, directora ejecutiva del Unicef, afirmó que se mantiene el temor de que los altos niveles de desnutrición en los niños se combinen con brotes mortales de enfermedades como el cólera o la diarrea y lleven a niveles trágicos la mortalidad infantil.
Más de 2.8 millones de niños en ambas regiones ya sufren desnutrición aguda grave, lo que significa que tienen hasta 11 veces más riesgo de morir por enfermedades transmitidas por el agua que los menores bien alimentados.
El número de personas afectadas por la sequía y sin acceso seguro a agua potable en países del Cuerno de África, como Etiopía, Kenia y Somalia, aumentó de 9.5 millones en febrero a 16.2 millones en julio. La mayoría de quienes viven ahí dependen del agua que les entregan en camiones o en carretas tiradas por burros.
En estos países los brotes de diarrea y cólera se han registrado en casi todos los distritos afectados por la sequía, con 8 mil 200 casos notificados entre enero y junio, más del doble que el año pasado.
Para Russell, “la única forma de detener esta crisis es que los gobiernos, los donantes y la comunidad internacional aumenten el financiamiento para satisfacer las necesidades más agudas de los niños y brinden apoyo flexible a largo plazo para romper el ciclo de la crisis”.
Fuente: La Jornada
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