- Afirma rector de institución privada que alumnos tuvieron que cambiar el “chip”.
- Ahora más mujeres ocupan las aulas.
- Alumnos tienen deficiencias desde nivel básico, asegura
Miguel Gallardo
Ante la pandemia las familias se han preocupado más por comer y pagar sus servicios, por lo que la educación se ha visto afectada sobre todo en instituciones de nivel superior, mencionó Jorge McCullough, rector de la Universidad UNIPLEA (Prestigio, Liderazgo, Emprendimiento y Avance).
“Ha sido muy complejo, ya que tanto la tecnología como el internet han sido un factor delicado para la sociedad, porque una familia de cuatro o cinco integrantes tiene una computadora y quizá un internet limitado, por lo que se las tienen que ingeniar para estudiar”, expresó.
Agregó que la educación se vio afectada para quienes no tienen la oportunidad de entrar a una universidad pública, al argumentar que la demanda es mucha y con pocos asientos.
“No estamos preparados para aprender por zoom; tanto para el docente es un reto porque se tiene que preparar más para dar clases en esa modalidad, y el alumno tiene que cambiar el chip para enfrentar esa nueva forma de aprender”, señaló McCullough.
El rector dijo que confía en que para el 2022 pueda venir una ola positiva, ya que estos dos años han dejado un intenso aprendizaje para que la misma sociedad se proteja, a pesar de que ha sacrificado su economía al dejar de percibir el mismo dinero que antes.
“Los jóvenes están ansiosos de volver a convivir con sus compañeros. Llevan año y medio estudiando en zoom y quieren despedirse de sus compañeros con quienes empezaron la carrera”, manifestó.
Más mujeres ocupan las aulas
Jorge McCullough, indicó que en los últimos años las aulas han sido ocupadas en su mayoría por las mujeres, ya que al menos en UNIPLEA, el 60 por ciento son alumnas y el 40 por ciento hombres.
“Se ve que las mujeres están tratando de figurar más; tienen ganas de trabajar en empresas importantes y son muy comprometidas. Y el hombre está pensando más en trabajar que en estudiar por sus diferentes necesidades”, puntualizó.
Sobre este tema precisó que las mujeres tienen más planeación en su vida, al afirmar que se enfocan más en hacer las cosas bien. “Hoy la mitad del sueldo lo genera una mujer en la casa, aunque el problema es que ahora dejan más solos a los hijos”.
Dentro de este punto, remarcó que se tiene que trabajar demasiado con los valores de la sociedad y la familia para erradicar la violencia contra las mujeres.
“Es necesario fortalecer los valores en la sociedad y adquirir un hábito diario del respeto a las mujeres”, reiteró.
Alumnos llegan con deficiencias
El rector Jorge McCullough añadió que muchos alumnos que se incorporan a las escuelas de nivel superior llegan con deficiencias en los conocimientos adquiridos en su paso por el nivel básico.
“Hay una carencia en su formación, desde las matemáticas. Algunos quieren estudiar una ingeniería, pero reprueban en los primeros cuatrimestres o se dan de baja porque no tienen las habilidades ni las competencias, vienen disminuidos”, aclaró.
Con la situación de la pandemia, aseveró, las generaciones van a llegar todavía con más debilidades por esta formación que tuvieron de manera virtual.
“Los jóvenes no se prepararon igual, no se exigieron igual y va a venir un parteaguas en eso; creo que vienen muy débiles y hay que trabajar más desde la primaria, secundaria y preparatoria, para fortalecer esas áreas y que nosotros podamos seguir el camino en su preparación”, comentó.
Con relación al crecimiento que ha tenido Querétaro, argumentó que la expansión de la ciudad es impresionante y que eso conlleva un crecimiento en la cuestión inmobiliaria, lo que quiere decir que hay trabajo.
Aunque enfatizó que se tiene un sistema de transporte deficiente, Querétaro ha planeado bien el crecimiento de esta ciudad y que deberá hacerlo a futuro por su expansión.
Finalmente informó que las universidades privadas sobreviven a lo que ganan con las colegiaturas, cursos o diplomados que ofrecen, al no contar con un presupuesto gubernamental.
Incluso, expuso que algunas instituciones tuvieron que ajustar sus gastos de operación para poder sobrevivir a los embates de la pandemia.
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