Katia Lemus Barajas
Tortas, tamales, café, buñuelos, refrescos, dulces, cubrebocas, pan, bolígrafos y hasta impresiones de las solicitudes de vacunación contra el COVID-19 son algunas de las cosas que los ambulantes ofertan al doble de su precio normal.
Desde temprana hora, los comerciantes aprovechan para poner sus puestos y poder recuperar un poco de lo invertido, sin embargo, la mayoría aumenta el precio de los productos.
La señora de los tamales vende dos por 30 pesos, los bolígrafos en 15 pesos y una vez que sales te lo compra en 10, las botellas de agua de 600 en 20 pesos y la impresión de la solicitud de vacunación te cuesta 20 pesos, cuando una copia por muy cara está en dos pesos.
Tenemos que recuperar una parte de lo que invertimos en los productos, es la justificación de uno de los comerciantes que llega a primera hora al Estadio Corregidora los días que sabe que habrá aplicación del biológico.
Otra persona que lleva su impresora y lap top da la opción a los beneficiarios de las vacunas de imprimir la documentación que le solicitan ahí mismo en el estadio para que no vaya a buscar una papelería, pero le cobra 20 pesos la impresión.
Fernanda Moreno Lucio, reconoce que el costo de la impresión es excesivo, pero prefiere pagarlos que ir a buscar un lugar donde le impriman el documento y perder más tiempo o volver a hacer fila.
“Sé que 20 pesos por una hoja es demasiado, pero de aquí que salgo del estadio y busco un lugar, pierdo más tiempo, así que prefiero pagarlos”.
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