Anita Lleva la Profesión de Enfermería en el Corazón

Katia Lemus Barajas

La profesión de enfermería es algo que desde chica Ana Álvarez Pérez llevaba en el corazón y hoy disfruta mucho poder ayudar a los demás aunque en ocasiones duda si fue lo correcto por como la trata la gente.

Recordó que, desde pequeña, su tía notó que era muy dedicada para la escuela y le propuso estudiar enfermería.

“Una tía, quien actualmente es jubilada del Seguro Social, fue la que me impulsó a estudiar enfermería, ella veía que yo era muy dedicada en las tareas y cuando estaba en la prepa me dijo ‘oye mi hija por qué no estudias enfermería tú eres muy dedicada a lo que haces y enfermería es una carrera que requiere mucha dedicación y si ya cuando terminé la prepa entré enfermería y si me gustó bastante”.

Cada 6 de enero se celebra el Día de la Enfermera y es un momento que “Anita”, como todo mundo le llama, se replantea su vocación de servicio.

“Cuando a veces me pregunto ¿qué estoy haciendo aquí? es cuando las personas se enojan conmigo y me dicen ‘por mí comes’ o me maltratan, me dicen que soy muy lenta, que no me apuro con lo que tengo que hacer y sí, en esos momentos si digo ¿qué hago aquí?”.

“Anita” es enfermera general con más de 22 años de experiencia, de estos, esta quincena cumplirá 18 en las filas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“Ahorita en el servicio en el que estoy tengo un año apenas estoy en un consultorio pues soy especialista en medicina de familia. En realidad es un trabajo muy bonito, por ejemplo lo que estoy haciendo este año es trabajo de prevención de enfermedades crónicas entonces nosotros tenemos toda la labor de vacunación, de prevenir enfermedades, dar pláticas, dependiendo la edad, para que prevenga ciertas enfermedades y obviamente tenemos que hacer notas y las personas cuando hay fila se desesperan y muchas inclusive se van”.

Reconoce que no todo es malo en el servicio, sino que también ha recibido mucho reconocimiento por parte de los derechohabientes.

“Recientemente una persona me dijo ‘yo estoy en tratamiento gracias a que usted me diagnosticó presión alta y gracias a eso no he tenido complicaciones, ya estoy en tratamiento, estoy controlado y estoy bien”.

Aseguró que eso es muy gratificante sobre todo cuando se dan cuenta que hay niños de 4 o 5 años que no tienen ninguna vacuna y los ayudan para que tenga su esquema completo de vacunación y es muy gratificante porque están previniendo enfermedades a futuro.

Reconoció que se ha perdido un poco la vocación de servició, pero aclara que esto se debe a que muchos compañeros meten su cambio a enfermería porque saben que van a ganar más.

“No hacen su cambio porque tengan vocación de servicio o porque quieran realmente ayudar a las personas, sino porque ganan más dinero y no debería de ser así; e me hace algo injusto que nada más por ganar más se vayan a algo que no les gusta”.

Llamó a las nuevas generaciones de profesionistas a hacer las cosas por vocación y respetando los principios y valores que en la escuela les enseñan.

“Yo lo que les digo mucho es que si van a hacer algo que les gusta lo tiene que hacer con gusto y con satisfacción porque la mejor recompensa es que todavía les paguen por hacer lo que les gusta, no importa la profesión o el oficio al que se dediquen, pero que lo hagan con gusto porque lo que estudien es a lo que se van a dedicar toda la vida”.