Katia Lemus Barajas
Los diputados que integran la Comisión de Seguimiento de la Agenda 2030 del Congreso de Querétaro aprobaron exhortar a los ayuntamientos del estado y al titular del Poder Ejecutivo a que implementen los programas “Juega, Vive” y “Construyendo Familias”, como parte de las acciones para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Daniela Salgado Márquez, presidenta de la comisión, reconoció el trabajo de sus compañeros de los Grupos Legislativos del PAN y Querétaro Independiente, por ser autores de una de las iniciativas que hoy son dictaminadas, cuya finalidad es “proteger e incentivar a las familias queretanas, niñas y niños”.
Hizo un reconocimiento a su compañero Armando Sinecio, por anteponer sobre cualquier color o posicionamiento político, el beneficio para las familias queretanas, reconociendo que esta Agenda 2030 es de todos los ciudadanos que viven en el país y en el mundo entero.
Sinecio Leyva, autor de una de las iniciativas, expresó que la propuesta propuesta busca disminuir factores de riesgo como la crianza coercitiva, los altos niveles de estrés en el hogar, el inicio temprano del consumo de drogas y los conflictos y la violencia familiar.
“La implementación de ambos programas busca contribuir a la promoción y fortalecimiento de las capacidades institucionales como herramientas de paz a través del deporte y la crianza positiva, ya que estas contribuyen a la transformación social a corto, mediano y largo plazo en materia de prevención de la violencia y del delito en niñas, niños, adolescentes y jóvenes”.
Afirmó que “Juega, Vive” es un programa dirigido a jóvenes de ambos sexos entre 13 y 18 años de edad, para ayudarles en su vida cotidiana, abordando destrezas fundamentales tales como resistir la presión social a involucrarse con la delincuencia, superar la ansiedad y comunicarse de manera efectiva con sus compañeros, utilizando para ello ejercicios interactivos y divertidos.
Mientras que “Construyendo Familias”, dijo, está basado en evidencia que fortalece la sana convivencia y la salud mental a través de herramientas socioafectivas, el establecimiento de límites y vínculos de seguridad y protección, previniendo el consumo de alcohol y drogas, así como las conductas violentas y/o delictivas entre niños y niñas de 8 a 12 años, por medio del fortalecimiento de habilidades parentales que propician el bienestar, la armonía, la resiliencia y la salud integral.
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