La temporada de vacaciones de verano en los centros turísticos de todo el Mediterráneo se ha convertido en una pesadilla de proporciones apocalípticas, ya que han estallado incendios forestales en toda la región, alimentados por condiciones climáticas secas y temperaturas elevadas.
Los científicos clasifican a la región mediterránea como un «punto caliente» de la crisis climática, y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) advierte sobre más olas de calor, malas cosechas, sequías, aumento del nivel del mar y afluencia de especies invasoras. La Unión Europea activó el Mecanismo de Protección Civil en respuesta a la amenaza que los incendios representan para la vida humana y los ecosistemas.
Diez países, Bulgaria, Croacia, Chipre, Francia, Italia, Malta, Polonia, Rumania, Eslovaquia y Serbia, están contribuyendo con la acción de la UE contra los incendios en Grecia, con más de 490 bomberos y siete aviones cisterna enviados a diferentes áreas del país.
Unas 20 mil personas se vieron obligadas a evacuar la isla griega de Rodas, un popular destino turístico conocido por sus balnearios de arena y ruinas antiguas, después de que los incendios alcanzaran los centros turísticos costeros, en el sureste de la isla.
También la isla turística de Corfú se ve asolada por los incendios. Cerca de 2 mil 500 personas tuvieron que ir a refugios de emergencia el fin de semana pasado. La isla de Eubea, al este de Atenas, la sexta mayor isla del Mediterráneo, y Egeo, al sureste de la capital griega, también luchan contra el fuego. Creta también está en alerta roja por las temperaturas por arriba de los 40 grados centígrados, con un «riesgo extremo” de incendios.
Fuente: DW
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