En su contraofensiva, el ejército de Ucrania intentó ocupar nuevas posiciones en la margen derecha del río Dniéper a relativa distancia de la península de Crimea y también realizó ataques en Donietsk y Lugansk, informó ayer el Ministerio de Defensa de Rusia.
Según el vocero militar ruso, general Igor Konashenkov, tres batallones del ejército ucranio trataron de romper la línea de defensa rusa en Jersón pero tuvieron que replegarse tras sufrir numerosas bajas, luego de que el mando ruso ordenó utilizar la reserva de tanques.
De igual forma, la artillería y la aviación rusa impidieron que los ucranios cruzaran el río Zherebets en varios puntos tanto de Donietsk como de Lugansk.
Por lo tanto, Rusia asegura que mantiene una “exitosa defensa” y no reportan ningún avance significativo en los cuatro territorios anexados el 30 de septiembre anterior.
Al respecto de la situación, el experto Nikolai Mitrojin, asegura que Rusia se prepara para abandonar la margen derecha del Dniéper, pues la ciudad de Jersón corre el riesgo de quedar sitiada y tiene grandes dificultades logísticas desde que el ejército ucranio recibió unidades móviles de lanzamientos múltiples Himars de fabricación estadunidense.
También se pronostica que Rusia buscará reagrupar fuerzas en la margen izquierdo del Dniéper para impedir que los ucranios crucen el río. De esta forma, cuando llegue el invierno, Rusia llevará a cabo nuevos ataques ofensivos e incluso un segundo intento de atacar la capital de Ucrania desde Bielorrusia.
Fuente: La Jornada
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