Las autoridades iraníes bloquearon el acceso a Instagram y WhatsApp tras seis días de protestas derivadas de la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, a manos de la llamada Gasht-e Ershad, policía religiosa islámica iraní, por no usar velo.
Amini, originaria de Kurdistán, fue detenida el 13 de septiembre en Teherán acusada de «llevar ropa inapropiada», posteriormente murió el 16 de septiembre en un hospital luego de haber recibido un golpe mortal en la cabeza.
De acuerdo con la organización Iran Human Rights (IHR), hasta el momento han fallecido al menos 31 civiles a manos de las fuerzas de seguridad en medio de las intensas protestas, aunque las autoridades iraníes negaron su implicación en la muerte de los manifestantes.
La muerte de Mahsa Amini suscitó también duras condenas en el mundo y organizaciones internacionales, que ya han denunciado la represión que se ha tenido contra los manifestantes, quienes protestan en contra de las severas políticas que exigen cubrirse el cabello y no usar abrigos cortos arriba de las rodillas, pantalones ajustados o con agujeros.
Amnistía Internacional denunció una «represión brutal» y el «uso ilegal de perdigones, balines de acero, gas lacrimógeno, cañones de agua y porras para dispersar a los manifestantes», mientras que Estados Unidos impuso sanciones económicas a la policía de la moral.
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