Tras ser extraditado a Estados Unidos, Rafael Caro Quintero tuvo su primera comparecencia ante un juez de instrucción de la Corte del Distrito Este de Nueva York, donde se declaró inocente de la lista de cargos por los que se le acusa, entre ellos, crimen organizado, narcotráfico y el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, ocurrido en los años 80.
Por estos delitos, las autoridades estadounidenses buscarán la pena capital contra el fundador del Cártel de Guadalajara, o cuando menos, prisión perpetua, pues la DEA no permitirá “que un agente de la DEA sea asesinado y que intenten salirse con la suya”, afirmó Frank Tarentino, activo de esta organización.
En tanto, el fiscal del caso John Durham señaló que durante décadas, Rafael Caro Quintero y Vicente Carrillo Fuentes inundaron Estados Unidos y otros países con drogas, violencia y caos, en su búsqueda por el control y el poder.
Durante la audiencia, el narcotraficante de 72 años señaló que su llegada a Estados Unidos no fue parte de un proceso de extradición formal, además de solicitar que se suministren medicamentos que requiere.
Caro Quintero permanecerá recluido en el Centro Metropolitano de Brooklyn, donde también se encuentra Ismael el Mayo Zambada.
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