Alrededor de unos 800 civiles no han tenido más opción que refugiarse en el sótano de la planta química Azot de Severodonetsk, al este de Ucrania, donde los ejércitos ucraniano y ruso se enfrentan desde hace varios días, según lo comentó Lanny Davis, abogado del magnate Dmitro Firtach, propietario de la planta.
«Entre los 800 civiles se encuentran 200 de los 3 mil empleados de la planta y unos 600 residentes de Severodonetsk» dijo Davis y añadió que los 200 empleados se han mantenido en el lugar “para garantizar la protección de los productos químicos altamente explosivos que aún se encuentran en el lugar».
De igual forma, se informó que en la planta de Azot ya casi no hay productos químicos dentro. Sin embargo, en dos ataques aéreos realizados la semana pasada por las fuerzas rusas, un tanque de ácido nítrico y otro, de metanol, han quedado dañados. En las imágenes divulgadas en redes sociales se mostraba una nube de humo de color naranja que se elevaba desde la planta.
Las personas, incluidos niños, que se esconden bajo la fábrica, representan casi el último reducto de resistencia en una ciudad que está casi por completo controlada por las tropas rusas. «Hay vecinos a los que se les pidió que abandonaran la ciudad, pero se negaron. También hay niños, pero no son muchos», aseguró Serhiy Gaidai, el gobernador regional de Lugansk.
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