Katia Lemus Barajas
En un rincón del municipio de San Juan del Río, un lugar en el que alguna vez fue sinónimo de terror y clandestinidad comenzó a transformarse en un símbolo de esperanza y dignidad.
Yadira González Hernández, vocera del colectivo Desaparecidos Querétaro, aseguró que este predio que se ubica en Santa Bárbara de la Cueva, en el municipio de San Juan del Río ha sido utilizado desde 2023 para enterrar cuerpos de manera clandestinas.
“Ahora, este lugar, está en proceso de convertirse en un espacio de naturaleza y trabajo digno, un lugar donde las comunidades puedan recuperar su tranquilidad y sus niños puedan jugar y acompañar a sus padres en sus labores diarias”.
Por ello, dijo, La comunidad se ha unido en un esfuerzo por devolverle a este lugar su verdadera esencia por lo que con pétalos de rosa fue bendecida la tierra para enviar un mensaje poderoso a la sociedad: “estos lugares no deben existir como sitios de horror, sino como espacios comunes donde la vida cotidiana pueda florecer”.
En un emotivo acto, se colocó una cruz en el sitio, sin ninguna connotación religiosa específica, como un símbolo de humanidad y reconciliación. Este gesto invita a la sociedad a reencontrarse con la humanidad perdida y a unirse en la lucha por la paz y la reconstrucción del tejido social.
Destacó que los trabajos en el sitio han sido intermitentes debido a trámites burocráticos, lo que ha pausado las labores en varias ocasiones. Sin embargo, la determinación de la comunidad ha prevalecido, trabajando durante tres semanas en diferentes meses para avanzar en la transformación del lugar.
“Este esfuerzo colectivo no busca justicia ni culpables, sino la paz y la reconstrucción de una sociedad herida. La comunidad de Querétaro espera que, con el tiempo, este sitio se convierta en un ejemplo de cómo la unión y la dignidad pueden prevalecer sobre el miedo y la violencia”.
A esta ceremonia asistió un comité de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), enfocada en derechos humanos, y la Comisión Local de Búsqueda de Personas.
El año pasado, recordó, una persona localizó un cuerpo sin vida en ese predio y, tras darle el aviso a la Fiscalía General del Estado, se realizó la exhumación correspondiente; por este indicio, los familiares de personas desaparecidas iniciaron las búsquedas en campo en esta zona.
De estos trabajos, en abril pasado se halló el cuerpo de José Luis, desaparecido em marzo del 2023; mientras que el 19 de julio se encontró a Sebastián, quien fue visto por última vez el 23 de febrero del 2023.
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