#LaColumnaDelFrenteQueretano
Por Cecilia Fernández de Mendoza Ibarra
Integrante AHORA Querétaro y Vocera de la agenda de infancias de la Agenda Ciudadana
Incluyente
Empezamos el mes de Abril celebrando a las infancias, y es pertinente hacer una revisión de
lo que está sucediendo en nuestro Estado.
Esto no pretende ser una revisión exhaustiva de la situación de las infancias en Querétaro,
sino una propuesta para dialogar sobre sus circunstancias y expectativas.
Podemos hablar de la importancia y pendiente urgente que tiene la presente legislatura en
armonizar las leyes que rigen nuestro Estado con aquellas determinaciones que se han
tomado desde la Suprema Corte, como lo relacionado con el Registro Civil y el orden de los
apellidos, que más allá de ser un cambio de orden, lo que permiten es que todas las niñas y
niños tengan acceso al Derecho al Nombre y la Identidad, además de que contribuye a
desmantelar una más de las capas del sistema patriarcal.
El tema de las infancias trans sigue siendo relegado y ocultado deliberadamente; se prioriza
los cálculos electorales o de imagen de las y los legisladores por encima de la obligación
que tienen de garantizar y proteger los Derechos Humanos de las infancias. Las y los niños
tienen el derecho y la capacidad de decir quiénes son y cómo quieren ser nombrados.
Además de poner por delante los mandatos partidarios, los asuntos electorales o hasta las
creencias privadas de cada legisladora o legislador, subyace aún la perspectiva de que las
niñas, niños y adolescentes carecen de la posibilidad de hablar de sí mismas /os, de hablar
y nombrar su experiencia, de participar y opinar sobre aquellos asuntos que les competen,
es decir, aún entre las autoridades como entre la sociedad civil hay un sentimiento de
considerarles menos ciudadanas y ciudadanos, menos racionales, menos pensantes,
menos personas.
No todo esto que sucede son fenómenos aislados o exclusivos de Querétaro, desde el
discurso y acciones federales es cuestionable la poquísima atención que merecen los
asuntos estructurales y de cuidado y protección para las infancias como la reciente
desaparición de los programas de Escuelas de Tiempo Completo, la atención a la salud
integral, los programas de Educación Integral de la Sexualidad, la educación digna y
respetuosa y la promoción de modelos de crianza respetuosas, no discriminatorias y dignas.
Sin embargo, hay esfuerzos desde la sociedad civil y algunos aislados desde las
autoridades, de genuinamente ser responsables y garantes de los derechos de las infancias;
no es suficiente, somos pocas y pocos y necesitamos entender a cabalidad que las niñas,
niños y adolescentes no son el futuro de nuestro estado y país sino que son el presente. Es
urgente su atención y cuidado prioritario.
En Querétaro el caso reciente sobre Alfredo Kevin Miguel plantea una reflexión importante
y urgente: si bien los índices y percepción de inseguridad están creciendo, llegamos a
conclusiones falaces cuando toda la atención está puesta sobre lo que sucede fuera de las
casas: las personas que habitan y actúan el espacio público son o fueron parte también de
núcleos familiares.
Esto representa una oportunidad de reflexión y revisión de nuestras acciones, creencias y
reproducción cultural de violencias, carencias y maltrato que se traducen en un ambiente
social fracturado, ciego y negligente con quienes nos rodean.
Las NNA tienen -entre otros-, derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano
desarrollo integral; Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo; y Derecho de
prioridad;Pensemos e imaginemos primero mundos posibles, comunidades de alianzas y
colaboración, de cuidado y responsabilidad mutua. Si al leer esto piensas que es imposible
o al menos una tarea de largo plazo, propongo actuar en el día a día como si fuera posible,
como si lo pudiéramos alcanzar.
Renunciar a la esperanza y a las acciones congruentes que nos lleven a construir ese
mundo digno y que todas, todos y todes merecemos, significa también darle la espalda a
nuestra humanidad, a poder garantizar esos espacios seguros y de bienestar para todas las
niñas, niños y adolescentes de nuestro alrededor.
Pensemos: ¿a qué nos podemos comprometer hoy por las niñas, niños y adolescentes? y
citando a Emma Watson en su discurso ante la ONU preguntémonos: Si no lo hago yo,
¿Quién?, si no es ahora, ¿Cuándo?
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