Las autoridades siguen buscando a Ruja Ignatova quien fue puesta en la lista de los diez más buscados de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) en junio de 2022.
Ignatova era conocida por sus pomposos vestidos de gala, su pintalabios rojo y su prometedora OneCoin, una criptomoneda que iba a competir con el Bitcoin. Esta búlgara aseguraba que estos activos terminarían convirtiéndose en los más importantes del mundo y que todos podrían pagar con ella «en todas partes». Convenció a tanta gente de varios países que terminó recaudando cuatro mil millones de dólares. Era todo una estafa, porque nunca se llegó a comercializar con esa moneda.
Ignatova desapareció en 2017 y nunca se supo más de ella. El FBI ofreció hasta cien mil dólares para ayudar a localizar a esta mujer y advertía: “Se cree que Ignatova viaja con guardias armados y/o asociados. Es posible que Ignatova se haya sometido a una cirugía plástica o haya alterado su apariencia”.
La oficina estadounidense además, detalla su modus operandi: “Para ejecutar el esquema, Ignatova supuestamente hizo declaraciones y representaciones falsas a individuos para solicitar inversiones en OneCoin. Supuestamente instruyó a las víctimas para que transfirieran fondos de inversión a cuentas de OneCoin para comprar paquetes, lo que provocó que las víctimas enviaran transferencias electrónicas que representaban estas inversiones”.
En 2018, la justicia estadounidense emitió una acusación formal acusando a Ignatova de varios delitos: conspiración para cometer fraude electrónico; fraude electrónico; lavado de dinero; conspiración para cometer fraude de valores; y fraude de valores.
El último rastro que tienen las autoridades es el 25 de octubre de 2017, cuando viajó desde Sofía, Bulgaria, a Atenas, Grecia. La criptodivisa OneCoin, que empezó a operar en 2014 y tenía sede en la capital de Bulgaria, «fue una criptomoneda fraudulenta comercializada y vendida a millones de víctimas en todo el mundo, lo que generó pérdidas por miles de millones de dólares», según explica el fiscal en un comunicado.
«Como resultado de las tergiversaciones que Greenwood, Ignatova y otros hicieron en OneCoin, millones de víctimas invirtieron más de 4 mil millones de dólares en todo el mundo», destaca la investigación.
El fiscal federal Damian Williams señala en un comunicado que Greenwood e Ignatova estafaron a las víctimas con promesas de una «revolución financiera» y afirmaron que OneCoin sería el «asesino de Bitcoin», la principal criptomoneda hasta el momento.
«De hecho, OneCoins no valía nada, y los inversores se quedaron sin nada, mientras que Greenwood se llenó los bolsillos con más de 300 millones de dólares. Esperamos que esta larga frase resuene en el sector financiero y disuada a cualquiera que pueda verse tentado a mentir a los inversores y explotar el ecosistema de las criptomonedas mediante fraude», recalca Williams.
Fuente: DW
Be the first to comment