Katia Lemus Barajas
Por primera vez en la historia, el edificio del Poder Legislativo se iluminará con los colores del arcoíris aseguró Graciela Juárez Montes, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso de Querétaro.
Esto, luego de que, por unanimidad, el Pleno del Congreso Local prohibió las terapias para “convertir” a una persona a determinada orientación sexual mediante el uso de métodos de violencia física, psicológica o sexual y que a partir de su publicación en la Sombra de Arteaga se sancionará con cárcel y trabajo comunitario a la persona física y moral que realice este tipo de prácticas, además de que deberá pagar una multa, sanciones que se duplicarán sin son servidores públicos quienes infrinjan esta prohibición.
Juárez Montes, refirió que será a partir de las 19:00 horas cuando los colores rojo, naranja, azul, verde, amarillo y violeta.
“Platiqué con las integrantes de la Mesa Directiva y con otras diputadas y diputados y le comenté que cómo ya se aprobó esta iniciativa que por qué no buscábamos la manera de iluminar el edificio del Congreso y estuvieron de acuerdo”.
Para ello, detalló, junto con el titular de Oficialía Mayor cotizaron con varias empresas para ver cuál era la mejor por lo de que se contrató una empresa para que instalara las lámparas para iluminar el recinto legislativo.
Con esta aprobación Querétaro se convierte en el estado número 15 en todo el país en prohibir estas prácticas de tortura.
DDHQ Reconoce Aprobación de Sanciones y Prohibición de los Ecosig
Javier Rascado Pérez, titular de la Defensoría de Derechos Humanos de Querétaro (DDHQ) reconoció el trabajo conjunto entre la sociedad civil organizada y las y los legisladores que dan paso en la defensa de los derechos humanos de las personas LGBTQI+, al aprobarse la iniciativa de reforma al Código Penal del Estado de Querétaro, para prohibir y sancionar los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género (ECOSIG), comúnmente conocidas como “terapias de conversión”.
“Distintas entidades de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y mecanismos de derechos humanos han expresado preocupación por las “terapias de conversión”, y los mecanismos de las Naciones Unidas de lucha contra la tortura han concluido que esas prácticas pueden equivaler a tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes”.
La discriminación, reconoció, puede adoptar formas brutales como las intervenciones médicas u hormonales que se practican por la fuerza o sin el consentimiento de la persona afectada, la administración forzada de medicamentos y electrochoques, el internamiento y la denegación de acceso a la atención de salud.
“El Comité de los Derechos del Niño ha vinculado esas prácticas con vulneraciones del derecho de las adolescencias a la libertad de expresión y a que se respete su integridad física y psicológica, su identidad de género y su autonomía emergente”.
Recordó que el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales determinó que las normas que disponen que las personas de la comunidad LGBTQI+ sean tratadas como enfermas mentales o psiquiátricas, o “curadas” mediante un “tratamiento”, constituyen una clara violación de su derecho a la salud sexual y reproductiva.
“La orientación sexual y la identidad de género son una parte fundamental de la integridad personal de quienes forman parte de la comunidad LGBTQI+ y son esenciales para el cumplimiento de sus proyectos vitales y la búsqueda de la felicidad, sin embargo, todas las “terapias de conversión” comparten la premisa de que la orientación sexual y la identidad de género pueden ser extirpadas —expulsadas, curadas o rehabilitadas—, como si fueran algo ajeno a la persona, lo que constituye una visión sumamente inhumana”.
Aseveró que pese a haberse dado este paso, faltan muchas agendas por consolidar para garantizar la plena igualdad para las personas de la comunidad LGBTQI+ y el respeto a sus derechos humanos.
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