Este jueves Corea del Norte disparó un «proyectil no identificado», que según el ejército de Corea del Sur se trató de un misil balístico intercontinental, lo que sería el último de una serie de ensayos armamentísticos de este país con capacidad nuclear.
El misil, según el Estado Mayor de Corea del Sur, fue lanzado desde Sunan, el aeropuerto de Pyongyang. Alcanzó una altura máxima de 6.200 kilómetros y recorrió una distancia de 1.080 kilómetros antes de caer al mar en aguas de la zona económica exclusiva (ZEE) de Japón, cerca de la isla de Hokkaido, a las 15.44 horas locales. Tanto Seúl como Tokio han considerado que el lanzamiento de este jueves es “un nuevo tipo de misiles balísticos intercontinentales (ICBM)”. De confirmarse, podría tratarse del Hwasong-17, que Pyongyang presentó en un desfile militar nocturno en octubre de 2020, pero que no había probado hasta ahora.
En respuesta, las Fuerzas Armadas del Sur, disparó conjuntamente misiles tierra, aire y mar hacia el mar de Japón, indicó el Estado Mayor Conjunto surcoreano a través de un comunicado.
Pyongyang ha acatado su moratoria sobre las pruebas de ICBM y armas nucleares, adoptada al iniciar un esfuerzo diplomático de alto nivel en 2018 con el entonces presidente estadounidense Donald Trump.
Pero las conversaciones colapsaron y los esfuerzos diplomáticos están estancados, pese a los intentos del gobierno del actual presidente Joe Biden por retomar las negociaciones.
Pyongyang comenzó a sugerir en enero que podría poner fin a la moratoria y ha realizado este año un número récord de pruebas armamentistas, incluso con misiles hipersónicos y balísticos de alcance medio.
El último lanzamiento por parte del régimen de Kim Jong-un de un ICBM, el proyectil más potente de su arsenal y capaz de alcanzar cualquier punto del territorio estadounidense, había tenido lugar en 2017.
A través de un comunicado, la Casa Blanca ha condenado el lanzamiento de este jueves, “una descarada violación de múltiples resoluciones de la ONU, que eleva las tensiones innecesariamente y que corre el riesgo de desestabilizar la situación de la seguridad en la región”.
Fuente: DW/ El País
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