El gobierno ruso decidió quemar el gas que no se ha importado en Europa en la estación Portovaya, en el Golfo de Finlandia, junto a la ciudad rusa de Víborg. Allí, el gas se ha estado quemando al aire en unas cantidades sin precedentes, mientras que su precio se ha disparado en cifras récord.
El enorme chorro de fuego se puede apreciar con nitidez en las imágenes por satélite obtenidas por el programa europeo Copérnico. Según un análisis de la firma Rystad Energy, Rusia estaría quemando más de cuatro millones de metros cúbicos de gas al día, una octava parte de lo que suministraba a Europa a través de Nord Stream.
El gobierno de Finlandia fue el primero en advertir de esta extraña situación desde su frontera, por lo que han comenzado a denunciar el impacto medioambiental que puede acarrear esta quema masiva de gas.
Con esto solo ha aumentado la preocupación de los mercados quienes temen que Rusia no reanude su suministro una vez finalice la parada programada de finales de agosto. Así, la cotización del gas ha superado los 3 mil 500 dólares por cada mil metros cúbicos en el mercado de futuros ICE de Londres.
Fuente: El País
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