“La sequía por la que atravesamos me recuerda a la que mi abuelo padeció por 1957. Le llamaron la sequía del hambre porque mucha gente emigró a otros estados, y algo así de severo estamos viviendo hoy”, afirmó Saúl Acuña Veyna, presidente de la Asociación Estatal de Productores del Sistema-Producto Chile.
En entrevista, lamentó que por la falta de lluvias regulares y suficientes en la entidad se prevén serias consecuencias económicas, tanto para los campesinos que siembran en temporal como para los de riego.
Al respecto, el subsecretario de Agricultura de la Secretaría del Campo de Zacatecas, Juan Manuel Martínez García, dijo que este año habrá pérdidas “extraordinarias”, incluso en la producción de forrajes, ante el muy prolongado estiaje.
Saúl Acuña afirmó que la sequía afecta la producción de chiles secos y verdes; “nunca habíamos tenido una situación tan dura como en esta ocasión, porque ahora ha sido realmente extrema”. Indicó que los productores tuvieron que elegir qué cultivos iban a dejar ante las altas temperaturas y la falta de humedad.
En julio pasado, datos de la Comisión Nacional del Agua refirieron que la zona conurbada a la ciudad de Zacatecas tuvo un récord histórico de 37.6 grados centígrados a la sombra.
Martínez García, agrónomo egresado de la Universidad Autónoma Chapingo, admitió que ante esta sequía “los productores zacatecanos están en un difícil escenario”. La situación fue tan severa, explicó, que la alta radiación ocasionó la deshidratación del polen en algunas plantas y provocó una mala fecundación, a lo que se suma la presencia de plagas de insectos, las cuales disminuyen los rendimientos de las unidades de producción.
La falta de agua afecta el cultivo de chile y maíz y los árboles frutales como el durazno –la entidad destaca como primer productor nacional de esa fruta– se han visto dañadas, explicó el subsecretario, por la plaga de arañas rojas, denominadas cristalinas.
El sector agropecuario de esta región enfrenta además la desaparición, en 2019, de los seguros catastróficos, los cuales eran subsidios de la Federación ante emergencias por cosechas siniestradas a causa de fenómenos naturales como sequías, inundaciones o granizadas.
Los seguros amparaban una superficie hasta de 300 mil hectáreas; sólo en Zacatecas se contaban con más de 80 millones de pesos en subsidios.
“Ya emitimos la solicitud de declaratoria de emergencia por sequía con oficios a las instancias federales competentes como las secretarías de Gobernación, de Agricultura y Desarrollo Rural y de Medio Ambiente y Recursos Naturales para ver cómo podríamos paliar un poco esta situación. Tenemos el siniestro prácticamente encima”, expresó Juan Manuel Martínez.
Fuente: La Jornada
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