Según las estimaciones publicadas recientemente por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe), la Amazonia brasileña perdió 2,867 kilómetros entre enero y mayo de este año, un 13% más que en los cinco primeros meses de 2021, un récord histórico pues es la mayor área devastada desde 2016.
En mayo únicamente, fueron arrasados 900 kilómetros de vegetación nativa en la más extensa selva tropical del planeta y aunque esta cifra representa una disminución de 35.2% frente al mismo mes el año pasado, “la deforestación sigue apuntando hacia arriba sin perspectivas de reducción”, enfatizó André Freitas, coordinador de la campaña de Greenpeace Brasil para preservar la región.
De acuerdo con Freitas, esto se debe a que las entidades del Gobierno continúan ignorando la realidad de esa región del país poniendo en riesgo a los más de 30 millones de brasileños que habitan en la selva.
Los datos corresponden a la medición de la deforestación que realiza el Inpe con base en un sistema de alertas de alteraciones en la cobertura forestal de la Amazonia brasileña a partir del análisis de imágenes de satélite.
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