
Por unanimidad, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma constitucional para prohibir el nepotismo electoral, pero, tal y como se había adelantado, entrará en vigor hasta 2030, y no en 2027, como era la propuesta original de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
El dictamen también prohíbe la reelección consecutiva de presidentes municipales, regidores y síndicos de ayuntamientos; además de diputados federales, diputados locales y senadores, aunque el tema en el que se centró la discusión en el pleno fue el nepotismo.
La oposición votó a favor de la iniciativa, sin embargo, apuntó que la reforma es una “simulación” que no combate de fondo esta práctica, con la intención de perpetuar a familiares de cargos públicos, por lo que plantean realizar una propuesta de reforma electoral para evitar lo que llamaron el “chapulín o político.
“Invitarlos a que abordemos la política de esta reforma desde una perspectiva integral, no a través de parches legislativos, hay que presentar un proyecto general que aborde todas las necesidades y los retos que tenemos como país, como la sobrerrepresentación y el chapulineo político”, dijo en tribuna la diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Abigaíl Arredondo.
Por su parte, el legislador Armando Tejeda, de Acción Nacional (PAN), señaló que el poder no se trata de una empresa privada, por lo que no debe heredarse entre familiares, pues ostentar un cargo público tiene que basarse en la capacidad.
En tanto, Morena resaltó que la aprobación de esta reforma representa que en la cuarta transformación no existe espacio para el abuso de poder y clientelismo familiar.
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