Los datos preliminares del PIB de Estados Unidos correspondientes al segundo trimestre del año sorprendieron al mercado al reportar una contracción anualizada de 0.9% cuando los analistas esperaban un aumento de 0.4%. Así se acumulan dos trimestres consecutivos con caídas en la actividad económica estadounidense, hecho que aumenta el riesgo de una recesión económica en el país.
Al interior, se registró una caída de 4.4% anualizada en el consumo de bienes, un retroceso de 13.5% anualizado en la inversión doméstica bruta y de 1.9% anualizada en el consumo y gasto del gobierno. El sector exportador mostró una resiliencia ante el entorno económico complicado y reportó un crecimiento anualizado de 18% en el periodo.
A pesar de que la definición de una recesión es una acumulación de dos trimestres consecutivos con caídas, hecho que se confirmaría con el dato para el 2T22, es la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos quién deberá determinarla de manera oficial.
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