El presidente López Obrador recibe una lección

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El día de ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador padeció los resultados de una protesta por parte de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Los profesores exigen al jefe del Ejecutivo federal abrir el diálogo sobre la reforma educativa y la reactivación de las cajas de ahorro.

Al derecho constitucional de manifestarse por parte de los miembros del CNTE, López Obrador contesto desde de su camioneta: “Aquí me quedo, no acepto chantajes” e insistió en su molestia:” “Me dejan pasar, me respetan y luego hablamos”

López Obrador, respondió con enojo, entendible tal vez, por que fue retenido debido a la protesta y manifestación de los profesores, y podemos discutir si la protesta de los profesores es valida o no, pero esto es irrelevante pues nuestra Constitución nos otorga el derecho a manifestarnos, nunca hace una valoración de si nuestra protesta es válida o no.

Debemos recordarle a López Obrador, que el incito y lidereo una protesta en 1996 que obtuvo como resultado el bloqueo de 51 pozos petroleros en su natal Tabasco, cuando era el líder del Partido de la Revolución Democrática, hoy olvidado y denostado por el propio López Obrador.  

Este bloqueo de 51 pozos petroleros, significo seguramente perdidas millonarias a PEMEX, cosa que en ese momento no fue importante para López Obrador pues incluso en ese lejano 1996, perseguido por la fiscalía, López Obrador llegó a decir que «la cárcel es un honor cuando se lucha por la justicia».

Mas aun, debemos recordarle a López Obrador, que hace poco más de dos en una de sus conferencias matutinas del 19 agosto de 2019 con motivo de las protestas por la violencia contra las mujeres; dijo que hacia un llamado a quienes se manifestaban para que lo hicieran de manera responsable y, sin violencia, sin afectar a los ciudadanos.

Nuevamente López Obrador olvida que, tras la elección presidencial del 2012, acusando de un supuesto fraude electoral, mismo que nunca pudo probar ante los Tribunales Electorales; y términos legales, lo que no se puede probar no existe. Mas aun si recordamos que el fraude electoral no esta tipificado como delito electoral.

Durante este plantón, mantuvo de “rehenes” y afecto a cientos de comerciantes en Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, lo cual afecto a miles si no es que millones de personas. Ese plantón duro 47 dias, no meras dos horas como la protesta de la CENTE.

Esperemos que esta vez López Obrador, haya aprendido la lección de que los ciudadanos tienen el derecho a manifestarse, y que muchas si no es que todas las veces que se manifiesten seguramente afectaran a otros, pues generalmente lo hacen con ese motivo a fin de que sus protestas sean escuchadas por los distintos sectores del gobierno.  Solo que esta vez el no dirigió estas protestas, el fue objeto de las protestas.

En términos más coloquiales, esperemos que López Obrador haya entendido el famoso dicho mexicano que dice: “ No es lo mismo ser borracho, que cantinero”.

Newsweek

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