El pueblo da y el pueblo quita

Banner Político

En semanas anteriores, junto a mis compañeros Christian Orihuela y Yasmín
Albellán, presenté la iniciativa de Ley para la Revocación de Mandato en el
Estado de Querétaro. Esto, atendiendo a la directriz del presidente López
Obrador de democratizar la vida pública del país y al mandato constitucional
que fue aprobado por todas las fuerzas políticas en el Congreso Federal y a
nuestra respectiva Constitución local.

Lejos de presentar esta iniciativa como un reclamo al gobierno estatal del
Gobernador Mauricio Kuri, se hace con la intención de reglamentar las
disposiciones de nuestra constitución local y de hacer partícipe a la
ciudadanía no solo en la creación de cuerpos normativos sino además en la
evaluación y rendición de cuentas de nuestras autoridades. Lo cierto es que
el gobernador de nuestro Estado, en un corto tiempo, ha tenido que
enfrentar situaciones complejas en un contexto y momento histórico que lo
son aún más, y pensar que en un periodo de siete meses se puede hacer una
evaluación general de su gobierno sería poco responsable. De verdad espero
que su gestión arroje un balance positivo al final de su administración pues,
nos guste o no, es el gobernador así como, le guste o no a la oposición,
nuestro presidente es Andrés Manuel López Obrador, y si ambos logran
desempeñar un buen papel, será en beneficio tanto de los queretanos como
de todos los mexicanos.
La consulta para la revocación de mandato de este año fue uno de los
episodios democráticos más representativos de la historia de nuestro país, e
independientemente de los resultados y de las justificaciones a favor o en
contra de realizar este ejercicio, considero que ha sido el primero de muchos
pasos que se tienen que dar hacia una participación democrática activa y
significativa de la población. Casi 17 millones de ciudadanos participaron en
la consulta para la revocación de mandato y más de 200,000 personas
estuvieron atentas al debate de la Reforma Constitucional en materia
eléctrica en el Congreso a través de sus diferentes plataformas, lo que es
inédito en nuestro país. Independientemente del resultado de la votación,
del debate o de los motivos y razones de cada grupo político, uno de los

frutos más rescatables y emocionantes a mi parecer, fue la participación
ciudadana que desde hace casi 4 años ha despertado una inquietud
democrática que no se había observado antes. Recordemos que en los
tiempos hegemónicos del PRI, la gran apuesta de los partidos políticos era el
abstencionismo y el desinterés, esto con la intención de que el
corporativismo partidista brindara los suficientes votos para que se justificara
una legitimidad ante el electorado cuando en realidad esta no existía.

Hoy, México ha cambiado y el corporativismo no tiene la fuerza de antes y
mucho menos sirve para legitimar un gobierno que no sea elegido de forma
democrática. Hoy más que nunca en nuestro país, el gobierno de nuestro
presidente ha logrado que la democracia sea un ejercicio más accesible a la
población y que le pertenezca cada vez más a los individuos que formamos
parte de esta gran nación, y menos a las organizaciones con afinidades
partidistas, sean del color que sean.
Por tal razón las y los legisladores estamos obligados a crear las herramientas
necesarias para el pleno goce y ejercicio de los derechos humanos, come es
el caso de los derechos político electorales con la revocación de mandato, y
del perfeccionamiento de este para poder alcanzar una verdadera utilidad
democrática.
En mi opinión, aunque se viven momentos de discernimiento ideológico y
social, confío en que nuestro país tendrá la madurez política para superar las
diferencias. Los conflictos, por más irreconciliables que parezcan, al ser
superados traen consigo progreso.

Newsweek

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*