El cuerpo de John Basco, de 48 años, fue encontrado en su celda del Centro de Detención del Condado de Oklahoma, Estados Unidos, luego de que acusara a los funcionarios de la prisión de «tortura», ya que segun sus declaraciones fue obligado a escuchar repetidamente la canción infantil “Baby Shark”.
Los funcionarios de la prisión dijeron que intentaron reanimar a Basco hasta que llegaron los servicios de emergencia, pero sus esfuerzos fueron en vano y finalmente fue declarado muerto.
El cadáver de Basco, quien estaba entre rejas por una denuncia de tráfico de drogas, no presentaba señales de violencia, y de acuerdo con el portavoz de la prisión, Mark Opgrande, consideran que el fallecimiento puede ser debido a una sobredosis por drogas.
Basco fue uno de los cuatro reclusos que demandaron al condado de Oklahoma, acusando a los ex funcionarios de detención Gregory Cornell Butler Jr y Christian Charles Miles de forzarlos a escuchar “Baby Shark” en repetición mientras estaban esposados a una pared.
La denuncia de Basco no es la única, pues en años pasados ex reclusos de diversas prisiones en Estados Unidos ya habían denunciado el uso de Baby Shark como «táctica de tortura». De igual forma, Basco es el decimocuarto recluso que muere en la prisión este año, y el centro se ha enfrentado a críticas en los últimos meses por las muertes y fugas de reclusos.
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