Un proyecto de investigación de la Universidad de Austin, Texas, encontró un total de 964 ruinas prehispánicas que forman parte de la civilización maya, bajo la tierra en el bosque tropical de Petén, al norte de Guatemala.
«Encontramos una sorprendente cantidad de centros ceremoniales, ciudades y sistemas de cultivo donde habitaron los mayas durante más de mil años», dio a conocer el arqueólogo Carlos Morales, de la Universidad de Austin, Texas, uno de los siete profesionales que participaron en la investigación.
El proyecto comenzó en el 2015, cuando se sobrevolaron más de mil kilómetros sobre la zona selvática denominada Cuenca del Mirador, ubicada en el extremo norte de Guatemala, en la frontera con Campeche, México.
«Los registros fueron posibles gracias a que se utilizó la tecnología Lidar, que son sensores remotos que miden con luz láser la distancia entre un emisor y un objetivo», añadió el doctor Morales, quien señaló que esta tecnología permitió poder observar las estructuras ubicadas debajo de la tierra.
En total fueron contabilizados 775 asentamientos mayas antiguos y más de 189 sitios que formaban ciudades, pueblos y aldeas en la zona circundante a la cuenca. «Es un descubrimiento histórico para Guatemala y el mundo», expresó el arqueólogo estadounidense Richard Hasen, director del proyecto.
De acuerdo con los investigadores, aún se siguen contando las pirámides detectadas y el descubrimiento sirve para dar a conocer que los mayas habían logrado una gran expansión política y económica en la región, fundando así uno de los primeros Estados del continente.
La civilización maya habitó el norte del territorio que ahora pertenece a Guatemala, ubicada a 500 kilómetros de la actual Ciudad de Guatemala y se tienen registros de su existencia desde el año mil 800 a.c.
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