Una amplia investigación sobre la Escuela de Yoga de Buenos Aires, Argentina, una supuesta organización espiritual que ayuda a sanar adicciones y curar enfermedades, destapó una secta que se dedicaba a la explotación sexual de mujeres vulnerables para conseguir dinero e influencias de hombres ricos y poderosos alrededor del mundo.
Esta organización funcionó durante más de 30 años en la capital argentina y ha puesto al descubierto una célula criminal implicada en el tráfico sexual, el blanqueo de dinero, la servidumbre, el ejercicio ilegal de la medicina y otros delitos, por lo que hasta el momento, diecinueve miembros han sido detenidos y se mantiene la búsqueda de seis sospechosos.
Antiguos ex miembros de la escuela e investigadores del caso dijeron que el grupo obligaba a las mujeres que lo integraban a trabajar como «geishas», quienes eran asignadas a los invitados para que se sintieran bienvenidos en la escuela. Los hombres influyentes o ricos tenían acceso al «Geishado VIP», uno de los muchos grupos de mujeres que eran obligadas a mantener encuentros sexuales a cambio de dinero e influencias que beneficiaban a los líderes de la secta, según la pesquisa judicial.
Por otro lado, muchos miembros del grupo vivían también como “esclavos”, a quienes se les exigía que siguieran instrucciones sin hacer ninguna pregunta, así como donar su dinero y ceder bienes. El grupo delictivo tenía unos ingresos de alrededor de medio millón de dólares al mes, según un funcionario judicial.
Los miembros también vendían supuestamente tratamientos médicos para varias dolencias, como el sida y la adicción a las drogas, que incluían «curas de sueño», que esencialmente significaban dar a la gente drogas para ayudarla a dormir durante días. Las autoridades afirman que los pseudotratamientos médicos también se realizaban en Estados Unidos, donde la clínica del grupo, CMI Abasto, tenía filiales.
Fuente: Proceso
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