Ejidatarios y campesinos de bajos recursos libran una lucha contra terratenientes que han perforado y explotado pozos ilegalmente para la producción agrícola, entre ellos miembros de las comunidades menonita y mormona, así como productores de nuez.
Según los investigadores, Víctor Quintana y Martín Solís, activistas que apoyan a organizaciones de labriegos desde hace más de 15 años, “actualmente existen 2 mil pozos que operan sin permisos” y 5 mil más en lo que se llamó “zona de libre alumbramiento”, donde está prohibido perforar desde 2013.
Mario Mata, presidente de la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), dijo a su vez que en la entidad hay unos 16 mil pozos irregulares para extraer agua de uso agrícola y sostuvo que en la entidad “existe una sobrextracción o sobreconcesión de aguas subterráneas; además, están los llamados pozos piratas, sin concesión o que usan las de otros acuíferos”.
Mata explicó que para 2022 se habían hecho de manera ilegal 16 mil pozos en el estado, los cuales no cuentan con medidores para determinar la cantidad de agua que se obtiene de ellos. Mientras que los municipios chihuahuenses con más pozos irregulares son Cuauhtémoc, Janos y Ascensión, y poblados cercanos a Juárez, como Villa Ahumada.
Fuente: La Jornada
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