En una primera reunión pública, un grupo de expertos de la agencia espacial estadounidense NASA ha dado más y mejores datos sobre las observaciones de objetos voladores no identificados.
La investigación de los «fenómenos aéreos no identificados» (UAP), conocidos popularmente como ovnis, es «extremadamente importante» por razones de seguridad, afirmó Daniel Evans, de la NASA.
Muchos UAP del pasado no pudieron resolverse porque los datos sobre ellos eran demasiado escasos y de mala calidad, señaló su colega David Spergel. Por ello, en el futuro se necesitarán más y mejores grabaciones y datos. Hasta ahora, no hay indicios de que los UAP estén relacionados con la vida extraterrestre, subrayó Spergel.
«En este punto, realmente no tenemos ningún dato explícito que sugiera que hay una conexión entre los UAP y la vida extraterrestre», apuntó en una rueda de prensa David Grinspoon, científico principal del Instituto de Ciencias Planetarias, que forma parte del equipo.
La conferencia de prensa se celebró tras el primer simposio público de los expertos integrantes del grupo de la NASA encargado de analizar los UAP, formado en junio del año pasado para avanzar en la comprensión científica de estos fenómenos.
En total se han estudiado aproximadamente 800 fenómenos que se han producido en las últimas tres décadas, la mayoría de ellos fenómenos totalmente identificables y una minoría que no se sabe qué son.
«Tenemos que admitir que hay cosas por ahí que no entendemos y, de hecho, en algunas de ellas no se entienden bien», apuntó Grinspoon, pero no se ha visto «ninguna evidencia que indique que las UAP tienen algo que ver con fenómenos extraterrestres».
Aunque la búsqueda de vida extraterrestre no es el objetivo de la misión, gran parte de las preguntas en la conferencia de prensa han ido en este sentido.
Por su parte, Evans quiso enfatizar «en voz alta y orgulloso» que «no hay absolutamente ninguna evidencia convincente de vida extraterrestre asociada con UAP».
Evans destacó que la presencia de UAP «plantea preocupaciones sobre la seguridad» de los cielos y la responsabilidad es «trabajar juntos para investigar si esas anomalías, estos fenómenos representan algún riesgo para la seguridad del espacio aéreo».
La mayoría de ellos, explicó, «tienen explicaciones convencionales» y son «aviones comerciales, drones civiles o militares, ya sea globos de investigación, equipos militares, fenómenos meteorológicos, fenómenos ionosféricos».
«Dicho esto, quedan eventos que no entendemos, pero estos eventos tienden a caracterizarse por una mala calidad (en su detección) y datos limitados», afirmó.
Varios panelistas sugirieron que la NASA podría crear una plataforma de crowdsourcing para dar a los científicos ciudadanos una salida para informar sobre los UAP, y que la inteligencia artificial y el aprendizaje automático podrían ayudar a los investigadores a examinar los datos archivados.
Fuente: DW
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