#LaColumnaDelFrenteQueretano
Por Aline Escalante. Presidenta de Caifaj, organización parte del Frente Queretano
por el Derecho a la No Discriminación y el Estado Laico.
En México, los feminicidios de niñas y adolescentes de 0 a 17 años se han
incrementado año con año desde 2015, hasta llegar a sumar el total de 542 a
septiembre de 2021, según el SESNSP. (Secretariado Ejecutivo del Sistema
Nacional de Seguridad Pública). Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil
hemos señalado que hay que continuar visibilizando esta problemática para que
existan políticas públicas interseccionales que la atiendan.
ONU Mujeres califica la violencia contra las mujeres y las niñas como una de las
violaciones de los derechos humanos más graves, extendida, arraigada y tolerada en
el mundo. Durante 2020, año del asesinato de Renata, México rompió récord de
feminicidios de niñas y adolescentes: la cifra llegó a 115.
“El primer año de resguardo por la pandemia por Covid-19, el feminicidio de niñas
y mujeres adolescentes se incrementó brutalmente y durante 2021 la dinámica no
cesó, se mantuvo. Este es uno de los efectos adversos del resguardo”, considera
Tania Ramírez, directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México
(Redim).
La invisibilización del feminicidio infantil conlleva a lo que se denomina
“adultocentrismo institucionalizado”. Esta mirada adultocéntrica ocasiona que a las
niñas, niños y adolescentes no se les reconozca como sujetos de derechos.
“Sí, se tiene que ver como una violencia de género, pero se tiene que ver como una
violencia específica que sufren las niñas por la cuestión de su edad y desde estas
distintas aristas, para que se pueda atender de manera correcta, porque obviamente
las acciones que sirven para atender a las mujeres adultas que sufren violencia no
son las mismas que para atender a las niñas y mujeres adolescentes.
Lastima a la sociedad el feminicidio infantil
El feminicidio de por sí es lacerante, pero, en definitiva, el feminicidio infantil
trasciende toda palabra, el feminicidio de Victoria Guadalupe ocurrido
recientemente en el fraccionamiento Paseos del Marques, una niña de tan solo 6
años de edad, en el Municipio de El Marques, Querétaro duele, lastima y destapa la
caja de pandora.
Este hecho junto con los casos de otras mujeres desaparecidas y victimas de
feminicidio en el estado han generado que mujeres se organicen, marchen y exijan justicia,
inclusive se han apoyado en la realización de búsquedas comunitarias en los
casos de desaparición de mujeres.
Ante estos recientes sucesos, es lamentable el estado de gravedad de la
vulnerabilidad de las jóvenes y niñas, que son utilizadas, despreciadas y
desvalorizadas completamente tanto en su dignidad y sus derechos, mismo que
deberían ejercer con libertad.
“La infancia en Querétaro merece ser respetada y los niños y niñas deberían ser
colocados como sujetos de derecho, pero al mismo tiempo bajo la más amplia
protección del Estado y de la Sociedad
Hemos sido incapaces de detener la discriminación, el acoso y la violencia contra las
mujeres.
No hemos permitido ni propiciado que ocupen el sitio que les corresponde en la
sociedad y en los tejidos sociales.
La ausencia de diálogo, de solidaridad, de comprensión y de respeto son alarmantes.
Es hora de unirnos para superar la situación patriarcal, que ya mencionamos, para
propiciar la igualdad de género, el pleno respeto a la dignidad de las niñas,
adolescentes y mujeres y el cese inmediato a la violencia en cualquiera de las
expresiones que nos afecta.
La violencia, la discriminación, la desigualdad y la desconsideración contra nosotras
las mujeres contribuyen en el peligroso deterioro de nuestro tejido social.
Atendamos todos de manera urgente, preferente, responsable, integral y con un
responsable y verdadero respaldo del sector público, esa delicada situación.
Es necesaria una política pública específica para las niñas y adolescentes en este
rubro a fin de fortalecer las capacidades institucionales (recursos humanos, técnicos
y financieros) para disminuir y erradicar las violencias contra las niñas, los niños y
adolescentes de Querétaro y México.
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