Miguel Gallardo
Desesperación y cansancio para poder entrar, se mezclaron con el ánimo y la devoción de los fieles que se dieron cita desde la tarde del sábado en el Santuario de la Congregación para venerar a la Virgen de Guadalupe.
Ariel, quien asiste cada año, comentó que para él es importante este acto, ya que se trata de la “gran milagrosa”.
“Le dedicamos nuestro amor y nos acercamos cuando la necesitamos”, expresó.
Por su parte, María Elena, dijo que cada año acude para conservar la tradición familiar.
“Nos ha hecho milagros y le tenemos su altar en la casa”, mencionó, quien además dijo no haber asistido a cantar Las Mañanitas, debido a que iba a ser imposible por la cantidad de fieles que llegaron a la iglesia.
María del Rocío, expresó que acudió con su familia para dar gracias por la salud y el bienestar de sus integrantes.
“Venimos desde que nació mi hija, ahora ella tiene 19 años. Y vimos Las Mañanitas por Facebook”, argumentó.
En tanto que la pareja conformada por María Luz y José, hicieron acto de presencia en el Santuario de la Congregación a sabiendas de lo complicado que fue entrar al templo.
El ambiente fue el típico que cada año rodea la iglesia con la venta de antojitos mexicanos y flores para entregarlas a la Virgen Morena.
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