El gobierno de China ha decidido aplicar medidas drásticas a la población tras los estragos que está dejando el calor y la sequía, que han provocado incluso que varios ríos reduzcan considerablemente, incluido el gigante Yangtsé.
Por lo tanto, las autoridades han pedido a la población en general que mantengan el racionamiento de su energía y se ordenó el cierre de algunos centros comerciales, siendo la ciudad de Chongqing, debido a su alto uso de energía, ha sido una de las más afectadas.
El país asiático también implementó medidas en la agricultura, pues ha reducido el suministro de energía de las represas hidroeléctricas, con lo que el gobierno intentará proteger la cosecha de cereales de otoño, que representa el 75 por ciento del total anual de China.
De acuerdo con las autoridades, este verano es el más cálido y seco de China desde que iniciaron los registros en 1961 y también ha provocado que las fábricas en Sichuan y en Shanghái cerrarán sus puertas para contribuir a la reducción del uso de la energía.
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