Tras la salida de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, de la isla de Taiwán, el Ministerio de Defensa del país alertó la presencia de 27 aviones de combate chinos, que ingresaron a la zona de defensa aérea de la isla.
De igual forma, se ha informado que China llevó a una playa frente a Taiwán, varios tanques, los cuales podría utilizar ante un enfrentamiento contra la isla en caso de se realizará alguna acción en su contra.
Taiwán se comprometió a protegerse contra posibles interrupciones de “fuerzas extranjeras”, incluidos ciberataques, a medida que aumentan las tensiones con China y el portavoz del gabinete de Taiwán, Lo Ping-cheng, dijo en una rueda de prensa que las autoridades habían reforzado la seguridad en la infraestructura clave, incluidas las centrales eléctricas y los aeropuertos, así como el nivel de alerta de seguridad cibernética en las oficinas gubernamentales.
Esta es la manera en que China deja saber su enojo tras la visita de Pelosi a la isla asiática y ha provocado que Taiwán comience a tomar más medidas precautorias, ante la amenaza de que China inicie un conflicto armado contra Taiwán, pues el país comenzó con sus preparativos para realizar un ataque desde que se consideró la posibilidad de que Pelosi visitará Taiwán.
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