Katia Lemus Barajas
Roberto García Ortega, coordinador del plantel Querétaro de la Universidad Vasco de Quiroga (UVAQ) confirmó que este fin de semana inició la segunda generación del Diplomado en Sexualidad Humana en modalidad híbrida, es decir, la clase se da de manera presencial y al mismo tiempo están conectadas personas de otros estados e incluso de otros países.
“En esta edición, la Universidad Vasco de Quiroga campus Querétaro abrió la modalidad híbrida y estará conectado un grupo de personas de la comunidad hispana mexicanos de Houston, Texas que decidió tomar el Diplomado en Sexualidad Humana a través de la plataforma Zoom”.
Recordó que también hay alumnos de Zacatecas, San Luis Potosí y Guatemala, estos últimos que trabajan con la Casa del Migrante.
“Se inscribieron 20 personas y algunos viene de manera presencial como unas religiosas del Colegio Alma Muriel y otros están conectadas como los de la Parroquia San Leo Magno que trabaja con la comunidad migrante hispano-mexicano”.
Explicó que la Sexualidad Humana es un don, un regalo, es una perfección que todas las personas humanas tienen y que se puede transmitir desde la corporeidad multisistémica.
“En el diplomado aprendemos no solamente a cuidar el cuerpo que es una dimensión que nunca debe ser censurada, la corporalidad es parte de nuestra unidad en el cuerpo y alma y que esa unidad debe cuidarse constantemente no solamente en la parte psicológica, sino en la parte corporal; la sexualidad es un don, un regalo que tenemos que aprender a conocer para ser más plenos y se planifica a través del cuerpo, a través de los afectos, emociones, sentimientos, de nuestra inteligencia y de nuestra capacidad de amar”.
Por ello, consideró que esta dimensión sexual llamada en su integridad Sexualidad Humana hay que potencializarla y desarrollarla esencialmente en la persona para que sepan que este don lo tienen que seguir trabajando, perfeccionando y haciendo crecer.
“La dimensión de la sexualidad se tiene que trabajar en todas las personas de manera inclusiva, se tiene que trabajar de manera integral y nunca verse de manera reduccionista a nadie por una práctica pues la práctica no define a nadie, entonces esos son los desafíos que están ahí: que los chicos codifican de otra manera, hablan de sus relaciones, ya no de su noviazgo, sino de muchas relaciones como ‘quedantes’ o ‘ligues’ por lo que es necesario acompañar a las generaciones presentes para que las prácticas, en la concepción que tengan puedan seguir fortaleciéndose como personas”.
Destacó que esta es la trascendencia de estudiar este diplomado y abrir canales de diálogo.
“Uno de los canales que tenemos que estar abriendo es esta cuestión de bioética, género y persona humana; en esta edición vamos a hablar de noviazgo y vamos a proponer cómo establecer mejores relaciones entre personas para que puedan completar proyectos de vida”.
Finalmente, refirió que también se hablará de temas selectos de sexualidad para saber hasta dónde no se despersonaliza ni dignifica.
“Hay prácticas que no nos llevan a eso, pero eso no implica que, si haya alguna persona que tenga alguna situación y no la podamos apoyar, ese es el sentido social que tiene el diplomado: apoyar al compañero y sobre todo entender y dialogar de cómo podemos acercar más herramientas para que las personas decidan que tomen esas herramientas para que decidan si las aplican o no”.
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