En la pasada reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (Celac) que se llevó a cabo el 18 de Septiembre en la Ciudad de México, se lograron según el comunicado oficial varios acuerdos a pesar de las diferencias que existieron.
Sin embargo, las diferencias que son notorias fueron las que me sobresalieron, especialmente las fuertes criticas de los presidentes de Uruguay y Paraguay, hacia los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
El mandatario uruguayo Lacalle Pou dijo que cuando uno ve que «en determinados países no hay una democracia plena, no se respeta la separación de poderes, desde el poder se usa el aparato represor para callar protestas y encarcelar opositores, no se respetan los derechos humanos (…), debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela».
Obviamente los lideres cubanos, nicaragüense y venezolano salieron a defenderse y llama la atención que el presidente Maduro incluso se haya atrevido, como si estuvieran en un bravata de cantina, a responder a las críticas del mandatario Paraguayo Mario Abdo Benítez para poner fecha y hora para un debate sobre democracia.
En este punto en específico, debemos entender como han cambiado las dictaduras en Latino América, yo no son presidentes que mediante un golpe de estado hayan tomado el poder, no, ahora han sido elegidos democráticamente como lo fue Chávez en Venezuela o Daniel Ortega en Nicaragua. Solamente que una vez que llegaron al poder, hicieron todo lo que el aparato del gobierno les permitió para quedarse en el poder o bien elegir a su sucesor como lo es Maduro en Venezuela.
Sin embargo, no dejan de ser dictaduras, dado que una dictadura es el régimen político en el que una sola persona gobierna con poder total, sin someterse a ningún tipo de limitaciones y con la facultad de promulgar y modificar leyes a su voluntad. ¿Acaso duda usted que en Venezuela, Nicaragua o Venezuela así se comportan estos gobiernos?
Tanto Maduro como Ortega han perseguido a sus opositores, cambiado las leyes y borrado la división de poderes con el legislativo, y claro el judicial. Es decir, ha manejado leyes y jueces para eternizarse en el poder organizando elecciones que manejan sabiendo que van a ganar de todas, todas, y si alguien quiere competir con ellos, pues lo encarcelan, de Cuba, bueno ni hablemos.
Así que la dictadura no es que una persona por si misma de mantengan en el poder por tantos años, como erróneamente el escritor en el periódico Regeneración, periódico oficialista de Morena, Jorge Gomez Nareda, señala “Qué bueno que no está Angela Merkel en la CELAC porque si no le llamarían dictadora y el PAN le diría “lárgate” y los presidentes de Uruguay y Paraguay gritarían “no te reconozco”. La señora lleva 16 años en el poder en Alemania.”
Primero, por que Angela Merkel haya estado por mas de 16 anos en el poder en Alemania no la hace una dictadora, pues no lleve el gobierno de una sola persona, donde hay división de poderes y respeto a las libertades políticas, como lo explique antes un dictador puede entrar de manera democrática al poder, es su actuar político y de cómo ejerce el poder el que determina si es un dictador o no.
Al acceder al poder, ya sea por vía democrática o mediante un golpe de Estado, el dictador suele formar un gobierno de facto donde no existe la división de poderes y se impide que la oposición llegue al gobierno por medios institucionales, se suspenden las elecciones y se prohíben los partidos políticos, por ejemplo.
Y por último el comparar democracias maduras como pueden ser la alemana, canadiense o Francesa, con democracia débiles y con instituciones débiles como las de Venezuela o Nicaragua, de Cuba no cabe la comparación pues no es democracia, es verdaderamente irrisible; ¿De verdad comparar a Angela Merkel con Maduro es una comparación seria?
Como diría mi profesor de sexto de primaria, no confunda la gimnasia con la magnesia, suenan parecido, pero no son los mismo.
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