Las Haciendas, un Detonante de la Revolución

Banner Político

Miguel Gallardo

Las haciendas de todo el país, en especial las de Querétaro, tuvieron una parte importante antes, durante y después de la Revolución Mexicana. Principalmente las de esta región por haber pertenecido al llamado Corredor del Camino Real, considerado uno de los más fértiles y fructíferos desde fundada la Nueva España.

Neftalí Sáenz, cronista de San Juan del Río y con estudios especiales en la materia, indicó para La Opinión de Santiago que las haciendas marcaron un parteaguas en la historia de México.

“Nos remontamos al Siglo XVI durante la conquista de Mesoamérica, que después se convirtió en Nueva España. Es ahí cuando para mantener el control de los pueblos indígenas surgen las encomiendas que eran los territorios que se daban a encomenderos, conquistadores españoles y que luego las convirtieron en haciendas”, comentó.

Mencionó Neftalí que las haciendas fueron un modelo de propiedad privada que se trajo de Europa, propiamente de Andalucía, donde ya existía esta forma de administración feudal de la tierra.

De acuerdo con el historiador, la mano de obras de esas encomiendas eran precisamente los indígenas.

Al principio las encomiendas eran propiedad de la corona española y al convertirse en haciendas toman el concepto de propiedad privada, argumentó Sáenz.

 

Fueron enlace entre dos siglos

Dijo que las haciendas son el antecedente de la industria actual que toma auge en el Siglo XIX, y a finales de éste es cuando se da la decadencia total con el Porfiriato y se viene a transformar, lo que llevó un proceso de 300 años.

La acumulación del poder en la clase alta por parte de los hacendados junto con la dominación que ellos mismos tenían en el gobierno, explicó el historiador queretano, fue lo que vino a detonar la Revolución Mexicana.

Lo anterior dio pie para que ya en el Siglo XX se desatara la Revolución, en donde la clase dominada luchó por esa desigualdad y trató de derrocar el abuso del poder.

Uno de los puntos que vale la pena resaltar, señaló con Netfalí Sáenz, es que al ser esclavizados los peones, eran maltratados al ser la mano de obra en las haciendas y que mediante escarmiento y castigo se les obligaba a trabajar para beneficio de los hacendados.

Además, afirmó que se les obligaba a consumir lo que ahí mismo se producía.

Dulce María Ardón, cronista del municipio de Corregidora, remarcó que incluso habiendo cumplido las ocho horas de trabajo en su jornada laboral se les forzaba a seguir sus actividades bajo el argumento de que “aún había luz del día y podían hacerlo”.

Neftalí Sáenz puntualizó que los indígenas tenían prohibido montar a caballo y que por una necesidad se crea una ley para que pudieran hacerlo, porque eran los únicos que podían lazar vacas para tenerlas dentro de la propiedad de hacienda.

“El objetivo de la Revolución era derrocar al eterno Porfirio Díaz del gobierno, pero para ello tenían que empezar desbaratando el sistema económico y político que estaba en poder de los hacendados que eran Porfiristas”, precisó.

“Tenían inversiones en el ferrocarril, en el teléfono, en el telégrafo, en la industria… era un acaparamiento de la riqueza que sólo ellos tenían”, informó Sáenz.

Por tal razón, aseguró Neftalí, es que inició la Revolución para que el gobierno empezara a ceder, aunque más bien obligaron a Porfirio Díaz a que dimitiera y así sacarlo del país.

Relató que fue entonces cuando empezaron a apresar, matar o sacar del territorio, a diputados del Congreso de la Unión y a los gobernadores Pofiristas.

Competían por el mayorazgo

Agregó Neftalí Sáenz, cronista de San Juan del Río, que las mismas haciendas competían entre sí para subir de categoría y todo lo hacían con base al esfuerzo de los peones que eran explotados.

Las categorías por las que peleaban eran: sitios, ranchos, haciendas y mayorazgos, considerado éste el de mayor jerarquía, añadió el narrador.

En todo este asunto, expresó Neftalí, San Juan del Río fue parte importante en todo el territorio de la Nueva España al haber tenido uno de los más grandes mayorazgos que era el de “La Llave”, que tenía además de la hacienda Galindo alrededor de otras 30 dentro del territorio llamado “El Mayorazgo de la Llave” fundado en 1585.

Su propietaria era la mujer más rica de la Nueva España, de nombre Beatriz de Andrada y Cervantes, aclaró Sáenz.

Un dato que hace referencia a la acumulación de la riqueza, indicó, es que mediante los matrimonios se incrementaban las propiedades de aquellos ricos hacendados.

 

Hacendados mostraron temor

A lo largo de 400 años dentro del actual estado de Querétaro ha habido unas 80 haciendas que dominaron el actual territorio, comentó Neftalí Sáenz.

“Muchas de ellas quedaron en estado ruinoso, y las que quedaron a flote eran las que estaban en los valles con mejores tierras, con más agua, mejor modo de pastar para los animales”, mencionó.

Uno de los detalles que se dieron en la época de la Revolución, de acuerdo con Neftalí, es que los hacendados pagaron a los revolucionarios para que no les quitaran sus propiedades.

“Yo te regalo comida para que no me vandalices, no me quites mis cosas. Es más, te doy dinero para que compres armas”, expuso Sáenz como algunas de las frases que pudieron haber surgido en ese momento de confrontación entre las clase hacendada y la que era dominada.

Argumentó que uno de los beneficios que lograron los dominantes es haberse quedado con el casco; es decir, perdieron mucho, pero lograron quedarse con su propiedad, con la estructura que habían construido.

 

Forman parte de la modernidad

Neftalí Sáenz dijo a La Opinión de Santiago que muchas haciendas fueron convertidas en hoteles, otras quedaron en manos del gobierno y son utilizadas como cuarteles militares, mientras que algunas son administradas por comunidades rurales.

Explicó que al quedar en estado ruinoso fueron tomadas por las comunidades y las transformaron en capillas, otras son corrales de uso común.

Señaló que ahora, a dos décadas de iniciado el Siglo XXI, no se han cumplido los preceptos de la Revolución, ya que sigue habiendo gente pobre y muy pobre, además hay quien no tiene tierra y aunque la tenga no tiene como trabajarla.

Neftalí Sáenz no dejó pasar la oportunidad para hablar de “La Muralla”; una hacienda ubicada en el municipio de Amealco, que se ha convertido uno de los lugares más turísticos y emblemáticos del estado de Querétaro.

Por lo tanto, aseveró que la lucha por la desigualdad, que fue lo que se buscó, no se ha cumplido.

Newsweek

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*