El día 22 de septiembre, el presidente López Obrador, durante su conferencia mañanera, tuve la gran puntada de decir, de manera de verdad ya cancina, de volver a arremeter contra España por no encontrar una vacuna contra la viruela en la época de la Colonia, lo que según sus cifras ocasionó que se redujera la población en México durante dicha etapa de 18 millones de habitantes a 8 millones de habitantes, reitero según su él.
En este caso es bueno enseñarle, pues dudo lo sepa, que los españoles si bien trajeron la viruela a México, dudo lo hayan hecho a propósito pues en el siglo XVI no se sabía que producía esta enfermedad, no existían los avances de la ciencia, es más ni siquiera se sabía la existencia de los microbios, virus o bacterias, y mucho menos como tratar o prevenir esa enfermedad.
No es hasta que el inglés Edward Jener, quien es considerado el fundador de la vacunología, inoculo a un niño de 13 años con la viruela vacuna y demostró que esa “vacuna”, de ahí el nombre vacuna, le dio a ese niño inmunidad en contra de la viruela humana. Esto claro, salvo que López Obrador tenga otros datos.
Es hasta 1798 que la primera vacuna es desarrollada y en los siglos 18 y 19 que se implementa sistemáticamente una inmunización en masa en contra de la viruela, hasta que, con la participación de la Organización Mundial de la Salud, la viruela es por fin erradicada en 1979, uno de los más grandes logros de la medicina.
Es decir, los españoles no pudieron crear una vacuna, pues entre 1521 y 1797 no existía siquiera, y a lo imposible nadie está obligado.
Esto nos lleva a comentar una noticia buena, una mala y una peor. La buena, las farmacéuticas Pfizer y BioNTech anunciaron este 20 de septiembre que su vacuna es eficaz para los niños de cinco a 11 años, según las últimas pruebas clínicas realizadas sobre este grupo. El medicamento habría generado una “robusta” y segura respuesta de anticuerpos, lo que acerca la posibilidad de un suero infantil disponible para el mes de octubre, al menos en Estados Unidos.
Pfizer espera que dichos resultados puedan satisfacer los requisitos de la FDA en Estados Unidos y a otros organismos reguladores como lo son Health Canada y la Comunidad Europea.
A su vez la FDA, una de las más estrictas agencias reguladoras, declaro el pasado 10 de septiembre, mediante un comunicado en su página, que se guiara por la ciencia de las vacunas COVIDa-19, antes de autorizarla para niños menores.
La noticia mala para el gobierno mexicano es que una vez que la FDA, Health Canada y la Comunidad Europea aprueben dicha vacuna para menores de 11 años, será cuestión de tiempo para que la COFEPRIS haga lo propio en México; lo que obligara al gobierno a incluir a este grupo de mexicanos y mexicanas a considerarlos para ser vacunados.
Y la pregunta es: ¿Cómo podremos lograr los padres para que nuestros hijos menores de 12 años sean vacunados, si los mexicanos de entre 12 y 18 años no ha siquiera sido vacunados? No queda de otra que ampararse.
Y una noticia aún peor, es que la aprobación, obligara al gobierno mexicano a utilizar recursos para la compra de esta vacuna y su aplicación, y como dicen en mi tierra, ¿con que ojos divina tuerta? Pues deberán de dejarse de gastar dinero en programas clientelares y en otros proyectos que no son prioritarios, como es el tren maya.
Así que, no nos quedara otra a los mexicanos que buscar donde vacunar a nuestros hijos con esa vacuna, puede ser en Estados Unidos o bien deberemos tramitar muchos amparos, es decir deberemos buscar opciones para lograrlo, como diría mi ex suegro: “Ya veremos en que burro nos trepamos”.
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