Jorge Camacho Ortega
Presidente de Coparmex Querétaro
Hace unos días, el Club de Industriales de Querétaro organizó un encuentro entre el canciller de México, Marcelo Ebrard, con empresarios queretanos de todos los sectores y de todas las cámaras y colegios de nuestra entidad y, claro, los empresarios Coparmex no pudimos faltar. Ahí tuve la oportunidad de expresarle al canciller varios puntos que estoy seguro, nos ayudarían a unir objetivos en favor de un bien común de todas y todos los mexicanos y no de sólo un grupo político o empresarial.
Tengo la certeza de que México se encuentra en una situación privilegiada. Explico; debido al contexto geopolítico que vive Europa, Asia y nuestros vecinos del norte, en este momento nos ubican en la geografía del mundo como el mejor país para recibir inversiones extranjeras y nacionales, aprovechando el TMEC y el nearshoring.
Y es que estamos seguros que para crecer e incrementar los niveles de bienestar de la población, necesitamos dinero fresco, dinero que fortalezca nuestra economía, en particular a las pequeñas y medianas empresas – las cuales representan el 95% del total total de las empresas en nuestro país – y ello se traduzca en empleos formales para los mas de 30 millones de mexicanos que hoy su única alternativa es la economía informal.
Para que esto suceda, necesitamos un modelo de desarrollo inclusivo con tres grandes ejes:
1. Un Estado democrático y de Derecho que fomente el gobierno abierto y participativo, garante de nuestra democracia, libre de corrupción y con seguridad pública que nos permita una paz social y libertad de expresión. (Situación que no vemos actualmente con la actual administración federal y los constantes ataques al INE, la creciente inseguridad y la militarización del país son muestras de ello). Los ciudadanos merecemos respeto, ser tomados en cuenta para realizar parlamentos abiertos en donde todas las voces sean escuchadas y que juntos decidamos el rumbo de nuestra democracia.
2. Segundo eje: Políticas económicas de mercado solidarias, con una empresa consciente y con responsabilidad social como motor de cambio que impulse la innovación y el emprendimiento. Esa condición de privilegio que mencionaba anteriormente que tiene nuestro país para recibir inversiones, pues debemos aprovechar la relación con nuestros vecinos del norte, el TMEC y demás tratados internacionales de nuestro país. Las acciones deberían de estar enfocadas a ver cómo nos favorecemos como país y no generar controversias que se traduzcan en las consultas del TMEC que sólo generan incertidumbre y desaliento a dichas inversiones.
3. Y finalmente, un Desarrollo Inclusivo y Sostenible, con un piso parejo y mínimos universales con salud, pensiones, vivienda para todos, educación de calidad con reinserción educativa. Un sí a los programas sociales, pero a esos que permitan transitar a los mas pobres a una movilidad social y económica. Para ello necesitamos que el sector salud y de educación entre otros, tengan el presupuesto y eficiencia necesarios para brindar atención médica y medicamentos a todos, y una educación de calidad que otorgue las competencias y conocimientos que permita a las y los mexicanos mejores oportunidades de vida.
Pero para lograr todo lo anterior, hay una condición fundamental y es que tengamos un México unido, donde todos y todas tengamos las mismas oportunidades, sin sesgos de cualquier índole, económicos, políticos, de género o religiosos. Todas y todos somos mexicanos y tendríamos que ir hacia la misma meta: el bien común.
Y esto deberían de considerarlo todos aquellos y aquellas que estén pensando en buscar la presidencia, no para darle continuidad a la división y al encono, sino al objetivo máximo de llevar a nuestro país hacia un estado de bienestar en donde todos vivamos dignamente en este país que tanto queremos: México.
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