Narran Horrorosos Castigos a Ucranianos en Ciudades Controladas por Rusia

Banner Político

Andriy, un director de marketing de 28 años, fue una de las personas que tuvo que sufrir la llamada «filtración», el proceso de escrutinio de civiles que desean abandonar el territorio ocupado por Rusia, mientras intentaba irse de Mariúpol. 

Andriy observó con ansiedad cómo los soldados rusos trataban de restaurar los archivos de su móvil. Había borrado todo lo que pensaba que un soldado ruso podría usar en su contra, sin embargo, no pudo eliminar algunas de sus publicaciones en las redes sociales.

Le encontraron un video que había compartido en Instagram de un discurso que había dado Zelensky con la leyenda escrita «Un presidente del que podemos estar orgullosos. ¡Váyanse a su casa con sus buques de guerra!». Los oficiales rusos lo apartaron de los controles para golpearlo. 

«Empezaron a golpearme mucho más fuerte en todas partes», dijo Andriy. Durante las siguientes horas continuo la tortura como parte de su “reeducación”. Incluso lo obligaron a hacer un video que decía «¡Gloria al ejército ruso!», una burla al eslogan ucraniano. Cuando lo liberaron, los oficiales trajeron a otro hombre, que anteriormente había servido en el ejército de Ucrania. «Inmediatamente lo empujaron al suelo y comenzaron a golpearlo», dijo Andriy. «Ni siquiera hablaron con él».

Los hombres en edad de pelear, como Andriy, son un objetivo particular a quienes revisan en busca de signos en el cuerpo que puedan sugerir el uso reciente de armas, como en los dedos y los hombros.

Por lo tanto, los registros al desnudo son comunes incluso para las mujeres. Oleksandra Matviychuk, directora del Centro para las Libertades Civiles, un grupo de derechos humanos con sede en Kiev, afirmó que el proceso, incluso cuando no es violento, es «inhumano». 

Maksym, un trabajador siderúrgico de 48 años, contó que lo obligaron a desnudarse mientras los oficiales revisaban hasta las costuras de su ropa. Posteriormente, lo golpearon y lo llevaron a lo que describió como una «jaula» donde se encontraban otros detenidos. Nadie les dio agua ni comida, y tuvieron que orinar en un rincón frente a todos. Incluso cuando trataban de dormir en el suelo un oficial entraba a patearlos.

Por otro lado, Vadym, de 43 años, quien solía trabajar en una empresa estatal en Mariúpol, dijo que fue torturado en Bezimenne en marzo después de que los soldados separatistas descubrieran que había puesto «me gusta» a la página del ejército ucraniano en Facebook.

Después, los soldados rusos lo llevaron a otro edificio donde comenzaron a golpearlo. «Usaron electricidad. Casi muero. Me caí y me atraganté con los empastes dentales que se habían salido de mis dientes», indicó Vadym.

Vadym vomitó y se desmayó. «Estaban furiosos. Cuando recuperé el conocimiento, me dijeron que limpiara todo y continuaron dándome descargas eléctricas». Después lo llevaron a otra ronda de interrogatorios antes de finalmente liberarlo.

La liberación de Vadym vino con la condición de que tendría que ser llevado a Rusia. Aproximadamente 1,2 millones de personas en Ucrania, incluidos miles de residentes de Mariúpol, han sido enviadas a Rusia en contra de su voluntad desde que comenzó la invasión en febrero, según funcionarios ucranianos.

Hasta ahora, Rusia ha negado todas las acusaciones sobre crímenes de guerra y niega que esté llevando a cabo una deportación masiva. Dice que simplemente están ayudando a quienes quieren irse. Ucrania rechaza esta afirmación. Algunos de los enviados a Rusia han logrado escapar a otros países e incluso regresar a Ucrania aunque el número aún no está claro. 

Fuente: BBC News

Newsweek

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*