Para disminuir la violencia de género contra las mujeres, es necesario que los hombres se involucren en este cambio, trabajar en sus masculinidades y, con ello, llegar a la igualdad sustantiva, afirmó Teresa García Gasca, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Al participar en el Panel Magistral: Mujeres en el Gobierno Universitario, la rectora habló sobre los retos en las Instituciones de Educación Superior para la aplicación de principios de paridad de género, mencionó que fue en 2018, cuando se decidió iniciar con la generación del Protocolo contra la Violencia de Género y crear la Unidad de Atención de Violencia de Género (UAVIG), esto, a raíz de que se comenzaban a tener problemas importantes de acoso y violencia de género dentro de la Institución.
“Encontramos resistencia, no solo por parte de varones, sino también de las mujeres, sin embargo, siempre hemos estado defendiendo el proyecto porque sabemos que la violencia de género es estructural, histórica, sistemática y profunda, que no se resuelve en poco tiempo”, comentó.
Destacó que dentro de la UAQ se está trabajando en la implementación de un Sistema Universitario de Cuidados con el objetivo de realizar cambios en la normativa universitaria, en los requisitos académicos y administrativos para que las mujeres tengan acceso o puedan conciliar el trabajo con la familia, esto, al lamentar que, actualmente, los temas de cuidado de la familia están volcados hacia las mujeres, cuando es indispensable que los varones también tengan esa responsabilidad en la casa, familia, hijos o abuelos.
A esta situación se le suma, dijo, que los hombres tampoco están identificando la violencia, pese a que, en su mayoría, son los que la ejercen, aunado a que las mujeres no están detectando cuando son violentadas, lo que origina que se normalice y no pidan ayuda cuando la necesitan.
“Requerimos trabajar en este tema no solo las mujeres, también los hombres, quienes han quedado como meros espectadores, atrás, viendo como los feminismos avanzan, las marchas, pero al final necesitamos que las masculinidades emerjan, que los varones se reeduquen, se relacionen con todos estos términos y sentimientos, porque si no entran en escena no vamos a lograr los cambios. Necesitamos que empiecen a trabajar sus masculinidades, a comprender cómo ellos van a ser o son parte de este proceso para llegar a la igualdad sustantiva, de otra manera, si las mujeres seguimos trabajando por nuestra cuenta no lo vamos a lograr”.
Afirmó que el proceso de cambio depende de hombres y mujeres, entendiendo que es una tarea a largo plazo, en donde se tiene que comenzar a dar pasos firmes para avanzar en ese camino.
“Estamos en un proceso en donde no todo será rápido, tenemos que transitar en diferentes etapas, considerar que estamos conviviendo hasta cuatro generaciones de personas involucradas, que no tenemos las mismas visiones, no fuimos educadas de la misma forma y no hemos vivido las mismas realidades. La base de todo este proceso sería la comunicación, reconocernos distintos y distintas, aun cuando seamos mujeres”.
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