La Organización Mundial de la Salud informó esta semana que Venezuela registra un brote de fiebre amarilla.
De acuerdo con el organismo, los siete casos confirmados se investigaron entre el 23 y 24 de septiembre pasados.
“De estos, tres fueron asintomáticos y cuatro desarrollaron signos y síntomas entre el 20 al 24 de septiembre, todos presentaron fiebre y uno de los casos también presentó cefalea, dolor retro ocular, artralgias y erupción cutánea”, agregó la OMS.
En una pequeña localidad al sur del municipio de Maturín, en el estado Monagas, fue señalada como el posible lugar de contagio de los casos. Cabe destacar que uno de ellos se dio en una joven embarazada con antecedentes de vacunación contra la fiebre amarilla.
La organización remarcó que, hasta el momento, no se ha reportado la defunción de ninguno de los afectados.
La fiebre amarilla llega a crear fiebre, cefaleas, ictericia, dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio. Además, un pequeño porcentaje de los infectados pueden desarrollar síntomas graves. Aproximadamente la mitad de estos casos fallecen en un plazo de 7 a 10 días.
Es causada por el virus de la fiebre amarilla (YFV) y es transmitida por mosquitos infectados de los géneros Haemagogus y Sabethes, así como por la especie de mosquito urbano Aedes aegypti.
La fiebre amarilla tiene el potencial de propagarse rápidamente y causar un impacto grave en la salud pública de las poblaciones no inmunizadas.
Una forma eficiente de combatir la propagación del padecimiento es mediante la vacunación. Según explica la OMS, la dosis proporciona inmunidad de por vida.
Fuente: El Financiero
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