Luego de haber sufrido una crisis respiratoria, el estado de salud del Papa Francisco ha mostrado una “ligera mejoría”, sin embargo, sigue siendo crítico, según el último reporte emitido este lunes por el Vaticano.
“Las condiciones clínicas del Santo Padre, aunque críticas, muestran una ligera mejoría. Incluso hoy no se han producido episodios de crisis asmáticas respiratorias; algunos análisis de laboratorio han mejorado”, informó la oficina de prensa.
En el reporte, se menciona que los problemas renales leves del Pontífice “no causan preocupación” y que su oxigenoterapia continúa “con flujos y porcentaje de oxígeno ligeramente reducidos”, aunque todavía no se emite un pronóstico.
“Los médicos, considerando la complejidad del cuadro clínico, prudentemente, no dan a conocer aún el pronóstico”, se explica, aunque ya no se mencionó el “pronóstico reservado” del que se habló el pasado sábado, cuando al Papa Francisco se le administró oxígeno y también se le realizó una transfusión sanguínea.
Este lunes, el Santo Padre también estuvo consciente y recibió la eucaristía, además de comunicarse con el párroco de la iglesia de Gaza, para mantenerse informado sobre la situación que perdura en la zona desde que Israel comenzó los bombardeos.
El líder de la Iglesia Católica cumplió 11 días en el hospital, el periodo más largo desde que inició su papado, pues en 2021 permaneció durante 10 días en una clínica por una operación intestinal.
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