
Una nueva caravana de más de mil migrantes partió de Tapachula de México rumbo al norte el domingo, a. pesar de las amenazas y las deportaciones contra la inmigración irregular declarada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Algunos de los extranjeros, procedentes de países latinoamericanos, tienen la esperanza de ingresar a Estados Unidos incluso luego de que Trump canceló el pasado lunes, ni bien tomó el cargo, el programa CBP One, la aplicación móvil que permitía agendar las citas de asilo antes de aproximarse a la frontera.
«Hemos decidido ir hasta la frontera y que nos den una respuesta. La esperanza todavía la tenemos de que vamos a ingresar a los Estados Unidos», dijo Aníbal Jose Arvelo, venezolano de 37 años.
Otros extranjeros optaron por abandonar Tapachula, ciudad fronteriza con Guatemala en el estado mexicano de Chiapas, ante la falta de empleo, informó la agencia DW.
Con apenas una semana en el poder, Trump ordenó varias medidas contra la migración ilegal, entre ellas deportaciones, el despliegue de tropas en la frontera sur y el arresto de 538 personas en situación irregular, según la Casa Blanca.
El magnate republicano también resucitó «Quédate en México», un programa que obliga a los extranjeros a esperar la resolución de sus procesos migratorios del otro lado de la línea limítrofe, de 3.100 km.
En tanto, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum abrió la posibilidad de regularizar a migrantes extranjeros o repatriarlos si éstos dan su acuerdo.
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