Pide Obispo de Querétaro Poner Banderas Blancas y Replicar Campañas en las Parroquias

*Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto (Jn 12, 26)… Dale Señor el descanso eterno

Katia Lemus Barajas

Este marte se realizará en el Diócesis de Querétaro una misa especial por el eterno descanso del Papa Francisco por lo que el obispo Fidencio López Plaza pidió a todas las parroquias, rectorías, capellanías de la Diócesis que a las 18:00 horas se repiquen las campanas al mismo tiempo.

Además, dijo, pidió a todos los feligreses que pongan en sus casas una bandera blanca y celebrar, durante la Octava de Pascua la eucaristía, orando por su eterno descanso y utilizando los formularios propios.

Explicó que, en la plegaria eucarística, se omitirá la mención al Papa, según las orientaciones, en el Canon Romano: (…) este sacrificio santo y puro que te ofrecemos, ante todo, por tu Iglesia santa y católica, para que le concedas la paz, la protejas, la congregues en el mundo entero, con nuestro Obispo N y todos los demás obispos que, fieles a la verdad, promueven la fe católica y apostólica.

Este día, el Vaticano confirmó la muerte del papa Francisco, quien falleció de un derrame cerebral e insuficiencia cardíaca a la edad de 88 años.

Antonio Miranda Arroyo, Guardian de la Basílica de Nuestra Señora de El Pueblito, confió en que en este momento el Papa Francisco se encuentre ante la presencia de Dios.

“Aunque sabemos que así será pedimos que su alma llegue junto a Dios en el reino de los cielos porque tuvo tiempo de prepararse y ponerse en las manos de Dios porque todo lo que se le encomendó lo cumplió”.

Detalló que, en medio de la alegría por el acontecimiento de la resurrección de Cristo, existe un toque de tristeza por la muerte del Santo Padre.

“Estamos agradecidos con Dios por todo lo que a través de él ofreció a la iglesia. Francisco fue un papá sin precedentes, un papa cercano, un papa que tiene en mucho la visión de San Francisco de Asís, de manera que nos deja un sentimiento de tristeza, pero al mismo tiempo de agradecimiento con Dios de todo lo que recibimos a través de su persona”.