Los aspirantes presidenciales, ahora llamados por la autoridad “personas inscritas” en los procesos de ambos bloques partidistas en contienda, podrán gastar, cada uno, hasta 34 millones 370 mil 666 de pesos para las actividades, señaló el Instituto Nacional Electoral (INE).
Cada persona contendiente podrá aportar, de sus recursos, un tope de 2 millones 148 mil 166.62 pesos, mientras que sus simpatizantes colaborarán con 537 mil 041.65 pesos, como límite individual.
Lo anterior, según el proyecto de lineamientos que será sometido a votación del consejo general del INE este miércoles, en sesión convocada para las ocho de la noche, apenas cuatro horas antes de que venza el plazo impuesto al organismo por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
El magistrado presidente, Reyes Rodríguez, puntualizó en una ponencia que uno de los objetivos es que el INE indague y compruebe el origen de los recursos empleados por los partidos políticos y sus aspirantes.
El TEPJF pidió al Instituto hacer una fiscalización expedita en la que precisara el periodo sujeto a revisión, las reglas aplicables, el tipo de gasto y la presentación de informes.
Al respecto, el proyecto de lineamientos elaborado por personal de las unidades técnicas de Fiscalización y de lo Contencioso, así como por los abogados de la Secretaría Ejecutiva, quienes pusieron reglas para todo, desde la forma de gastar viáticos hasta las propias encuestas en las que Morena y aliados decidirán quién es su coordinador nacional de defensa de los comités de la cuarta transformación, mientras que PAN, PRI y PRD elegirán al representante del Frente Amplio por México.
Como se ha divulgado, el INE tomará como gasto también propaganda utilitaria (artículos promocionales como los amlitos), los operativos (viáticos, equipos de sonido, por ejemplo), y los gastos de traslado y hospedaje de las personas inscritas en los recorridos que realicen en el país.
De igual forma, propaganda exhibida en vía pública, en medios de comunicación, salas de cine, internet y redes sociales, así como servicios generales y gastos de jornada electiva, consulta o equivalente.
Fuente: La Jornada
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