Ulises Gómez de la Rosa, diputado independiente del Congreso de Querétaro, confirmó que presentó, ante Oficialía de Partes, un procedimiento de juicio político contra el presidente municipal de Querétaro, Felifer Macías Olvera, por las agresiones que se registraron el viernes pasado cuando personal municipal implementó un operativo para impedir la instalación de ambulantes en el primer cuadro de la ciudad que derivo en la detención de ocho personas.
“Se observa una demanda clara en todos lados: el respeto y la consideración hacia el ser humano, simplemente por el hecho de serlo. Esto implica proteger las capacidades de cada individuo para desarrollarse plenamente, reconociendo así su dignidad y autonomía.”
Enfatizó que, luchará para que actos de esta naturaleza no se repitan en un Querétaro que necesita un cambio, pero no el que proponen los gobiernos del Partido Acción Nacional (PAN), sino uno que provenga de una visión humanitaria que respete las tradiciones, culturas, ancestros y el pueblo.
«Vivimos un viernes negro, fuimos testigos del inicio de un gobierno intolerante, sin capacidad de generar diálogos fructíferos que propongan soluciones a la problemática social. Esta administración se ha estrenado en el abuso del poder, con acciones violentas contra artesanos indígenas, adultos mayores y mujeres, y detrás de ello hay una estrategia que impacta nuestra vida cultural y ética».
Invitó a todos los ciudadanos a mantenerse informados sobre los avances que se presenten posterior a esta primera sesión, donde la voz de la comunidad será fundamental para guiar el rumbo de la legislatura.
También durante la sesión de Pleno se confirmó que, Gómez de la Rosa presidirá la Comisión de Asuntos Municipales e integrará las comisiones de Desarrollo Agropecuario y Rural Sustentable y la de Desarrollo Económico y Comercio.
«A nadie le queda duda que hoy en día es más importante que nunca promover y respetar todos los derechos humanos que nos protegen a todos: los derechos sociales, culturales, económicos, civiles y políticos. Romper el tejido social y colectivo siempre ha sido la intención de la derecha, que busca imponer el orden como sinónimo de controlar e intimidar.»
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