Que decida quién debe decidir.

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Seguramente si te pregunto: ¿Qué desearías en caso de que te encontraras en una situación terminal, si continuar con tu tratamiento o dejarlo y recibir solamente uno paliativo?, tengas una respuesta.

Sin embargo, si un ser querido se encontrara en una situación en la que tuviese que tomar esta decisión por ti, no tendría una respuesta correcta, ya sea porque la desconoce, o si es que la conoce porque se la dijiste alguna vez, no tendría prueba alguna de cuál es tu voluntad; por lo que se encontraría en una situación compleja e incómoda.

Todos somos consientes de que no conocemos el futuro y por lo ello para diferentes situaciones que se pueden dar durante la vida existen diferentes medidas de prevención que podemos tomar, como lo puede ser contratar un seguro o un plan para el retiro, realizar un testamento o incluso adquirir un paquete funerario; sin embargo, en el estado de Querétaro aún no existen los mecanismos para el caso de que se presente una situación como la que te planteé al inicio.

Ello aun y cuando las autoridades tienen la obligación de que existan salvaguardas jurídicos e institucionales sólidas para verificar que los profesionales de la salud respeten la decisión, libre, informada, explicita e inequívoca de sus pacientes cuando estos decidan terminar con su vida, debido a que se encuentren en estado terminal, padezcan graves dolores y sufrimientos físicos o psíquicos y deseen morir con dignidad, esto conforme a la interpretación que el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas le dio al artículo 6.1 de Parto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos del cual México forma parte.

Y es que cuando hablamos de morir con dignidad, debemos entender que la dignidad es una cualidad esencial del ser humano que posee por el mero hecho de serlo, y por lo tanto debe ser tratado como tal y no como un objeto, a no ser humillado, degradado, envilecido o cosificado, es decir, es cualidad que diferencia lo humano de lo no humano, por lo que no cabe argumento moral o religioso que valga cuando hablamos de voluntad anticipada.

Ya que la voluntad anticipada, implica el ejercicio de varios derechos como el derecho a la libertad, el derecho al libre desarrollo da la personalidad e incluso el derecho a la protección de la salud; ya que este último de acuerdo con nuestra legislación no implica solamente la ausencia de enfermedades o afecciones, si no también el bienestar físico, mental y social, además de que su principal finalidad es y mejoramiento de la vida humana.

Así que considerando esto, parece justo que, si nos llegamos a encontrar en una situación terminal, podamos decidir sobre cómo, cuándo y dónde morir, así como poder prever dicha situación para el caso de que si llegara el momento y ya no nos encontramos en condiciones de decidir; de ahí la importancia que le doy a la Iniciativa de Ley de Voluntad Anticipada que presenté el pasado 27 de junio; ya que en Querétaro hace falta este tipo de legislación y, por lo tanto,
trabajé en ella allegándome de especialistas en la materia que aportaron sus conocimientos para que saliera este proyecto de la mejor manera.

Muchos queretanos tienen historias muy similares a la de la situación hipotética inicial, y estos queretanos muy probablemente hubiesen agradecido no tener que haber tomado la decisión en lugar de su ser querido, así que esperemos que esta ley se apruebe para así garantizar que quienes tienen que decidir sean quienes decidan.

Newsweek

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