Katia Lemus Barajas
En Querétaro se generan cerca de 7 mil toneladas diarias de escombro que van a tiraderos, donde algunos están reglamentados, pero otros no y eso genera una gran contaminación, aseguró Ricardo Astudillo Suárez, presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático.
“Hay muchos bancos regulados, pero hay otros que no lo están y hemos visto cómo se genera esos bancos de tiro que se generan de las obras y se van a la zona metropolitana y parcelas por lo que es necesario que haya una regulación formal y final”.
Refirió que el daño que puede causar el hecho que los residuos no terminen en un tiradero regulado es no permita trasminar el agua, amontonar el material en zonas donde no debería como tierras agrícolas y terrenos forestales.
Por ello, consideró que es necesario regular la disposición final del escombro y cuáles son los lineamientos que debe seguirse al momento de realizar una obra.
“Ahora, se exigirá a los constructores que cuenten con un plan de manejo de qué se va a hacer y cómo van a llevar a cabo la reutilización de los materiales de una obra para poder vincularlos a las empresas que se dedican a generar economía circular con materiales para poderlos reciclar, vender y meterlos a la vida útil una vez más”.
Consideró oportuno el hecho de que sea obligatorio que cada concursante o licitante de las grandes obras en el futuro de Querétaro tengan que presentar un plan de manejo acreditado y autorizado ante la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu) para poder plantear qué van hacer con los materiales que se demuelan, porque son materiales que, independientemente de su característica física y técnica que pueden ser reutilizados.
“Son materiales que ya fueron pagados por la ciudadanía y que nadie tiene derecho a hacer un mal uso de ellos, como es tirarlos o enterrarlos, o no sacar el provecho que se le tiene que dar de una nueva vida útil, que por eso precisamente tenemos una ley de economía circular”.
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