“Cerca de 110 mil autos circulan a diario por 5 de Febrero. Si después de la intervención urbana, de la pretendida regeneración sucede que el número de autos circulando en su entorno no solo no disminuye, sino que aumenta, será el signo de un fracaso, un desperdicio de recursos y una histórica oportunidad perdida”.
Así lo expuso el Observatorio Ciudadano de Movilidad Querétaro, organismo para el cual la instalación de una ciclovía, del carril confinado del autobús debe tener como objetivo disminuir el número de viajes que hoy se hacen en automóvil.
“Tal infraestructura no debe hacerse con el objeto de complacer a un grupo de personas, ni tampoco con la intención de palomear asuntos de movilidad sustentable. No pueden considerarse modas pasajeras, sino la tendencia a seguir en el futuro”, aseveró en un comunicado.
Con la regeneración urbana, ¿Cuántas personas que hoy usan el auto, harán sus viajes en bicicleta? ¿Cuántos dejarán el vehículo particular en casa para aprovechar las bondades de usar transporte colectivo, ahora con su carril confinado?, cuestiona el organismo.
El año próximo, tendremos a nivel federal una nueva Ley de Movilidad y Seguridad Vial, ley adjetiva que dará cumplimiento a lo establecido en el artículo cuatro de la Constitución Política respecto del Derecho a la Movilidad y de obligado cumplimiento a nivel nacional. Dicha ley, establecerá la velocidad máxima en 50 km/h ¿De qué forma la infraestructura garantizará el cumplimiento de esta nueva norma?
¿Y el peatón? ¿Y el ruido?
Esa misma ley, agrega Observatorio Ciudadano, coloca al peatón en el centro de la movilidad. ¿La regeneración urbana está considerando quitar o al menos, cancelar los mal llamados “puentes peatonales” en favor de cruces a nivel de calle?
Y es que 15 de los cruces peatonales y ciclistas más peligrosos de la ciudad están en 5 de Febrero. ¿Cómo serán intervenidos para garantizar el cruce de las personas de manera segura y sin riesgos, algo que nunca ha ocurrido en la historia de esta vialidad?
Avenida 5 de Febrero contribuye en gran medida a la contaminación ambiental y acústica de la ciudad. ¿Están considerados medidores de CO2, partículas PM 10 y PM 2.5?¿Qué ocurrirá cuando los valores máximos permitidos se rebasen?
“En la misma zona y sus inmediaciones se excede el límite de ruido de 55 decibeles recomendado por la Organización Mundial de la Salud, desde un 10 y hasta 30% por encima de dicho umbral, lo que provoca importantes daños a la salud y calidad de vida de quienes transitan o viven en sus alrededores. ¿Tendremos sonómetros?”, cuestionó el organismo.
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