Tras el accidente aéreo que involucró a un avión de pasajeros en el que fallecieron 38 personas el 25 de diciembre en Kazajistán, el portavoz del Kremlin Dmitry Peskov rechazó las hipótesis que relacionan a Rusia con este siniestro.
Desde Moscú, el funcionario ruso señaló que se debe esperar a que finalicen las indagaciones de las autoridades para determinar cuáles fueron las causas del desplome de la aeronave, la cual despegó de la capital de Azerbaiyán, Bakú, con destino a Chechenia, Rusia.
“Sería un error plantear cualquier hipótesis antes de conocer las conclusiones de la investigación. Nosotros, por supuesto, no lo haremos, y nadie debería hacerlo. Debemos esperar a que concluya la investigación”, manifestó Peskov.
Lo anterior, derivado a que algunos expertos en aviación han sugerido que el avión de Azerbaijan Airlines habría sido impactado por un misil lanzado por el sistema antiaéreo de Rusia cuando volaba por la República de Chechenia.
La aeronave perdió altura y se impactó en las cercanías de la ciudad kasaja de Aktau, dejando como saldo 38 personas muertas y 29 sobrevivientes; el avión llevaba a 67 personas a bordo, incluida la tripulación.
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